Por: Idafe Martín. Especial para Clarín desde Bruselas.
Stanislav Markelov, abogado de derechos humanos ruso, fue asesinado el lunes en pleno centro de Moscú. Markelov, que mantuvo relaciones profesionales con la asesinada periodista Anna Politkovskaya, defendía ahora a una familia chechena cuya hija fue asesinada por el ex coronel del Ejército ruso Yuri Budánov, que salió la semana pasada de prisión. En pleno centro de Moscú y a mediodía, un hombre se acercó a Markelov, de 34 años, y lo abatió de un tiro en la nuca. También mató a Anastasia Baburova, joven periodista de 25 años de la revista "Novaia Gazeta", la misma donde trabajaba Politkovskaya. Según la agencia Interfax, el pistolero disparó contra Baburova después de que ella intentara detenerlo. Budánov, que ayer negó su implicación en el crimen, asesinó en 2000 a Elza Koungaieva, una chechena de 18 años. Según él, estrangulada durante un interrogatorio. La familia de Elza acusó al coronel de haber permitido que sus solados la violaran antes de matarla. La liberación de Budánov el pasado miércoles fue criticada por las organizaciones de derechos humanos. Y por Markelov, a quien Politkovskaya siempre defendió. La familia de Elza recibió ya asilo político en Noruega, a donde se trasladaron ayer. Budánov, el militar ruso de mayor rango juzgado por crímenes de guerra en Chechenia, los había amenazado de muerte durante el juicio. El asesinato de Markelov se produjo seis días después del de Oumar Israilov, un refugiado checheno que fue abatido en Viena y que había acusado al presidente checheno, Ramzan Kadyrov, aliado de Putin, de haberlo torturado. La Policía austríaca detuvo a un sospechoso pero los diarios de Viena hablan de un comando que podría sumar hasta 12 hombres. Human Rights Watch en Rusia dijo que el crimen "es simplemente escandaloso. Éste es un país donde el asesinato de los que defienden los derechos humanos ha pasado a formar parte de la rutina cotidiana". Amnistía Internacional pidió una investigación "completa y objetiva" y dijo que "silenciar a quien defiende los derechos humanos y trabaja en defensa de la ley es absolutamente inaceptable". Markelov había anunciado, minutos antes de caer abatido por el sicario, que presentaría una demanda en un tribunal internacional por la liberación anticipada de Budánov.