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jueves, agosto 26, 2010
Clarín, verdugos ocultos y memoria
Siempre en nombre de la libertad de prensa, el Grupo Clarín ha apelado al negacionismo histórico para tratar de justificar primero la adopción irregular de Felipe y Marcela Noble Herrera, para impugnar la extracción de ADN que podría corroborar si uno, ambos o ninguno son hijos de desaparecidos, y ahora repite la estrategia para maquillar la adquisición irregular de la empresa Papel Prensa.
Por Walter Goobar
Publicado en
Diario BAE 25-08-2010 /
Siempre en nombre de la libertad de prensa, el Grupo Clarín ha apelado al negacionismo histórico para tratar de justificar primero la adopción irregular de Felipe y Marcela Noble Herrera, para impugnar la extracción de ADN que podría corroborar si uno, ambos o ninguno son hijos de desaparecidos, y ahora repite la estrategia para maquillar la adquisición irregular de la empresa Papel Prensa.
En sus definiciones más tradicionales, el negacionismo es la distorsión ilegítima del registro histórico de tal manera que ciertos eventos aparezcan de forma más favorable o desfavorable. La negación del Holocausto y del genocidio armenio son dos ejemplos clásicos de negacionismo. La negación del delito busca obtener un sobreseimiento –de hecho–, para lo que es admitido como un crimen y privar a las víctimas o a sus deudos de todo derecho a reparación alguna. Según esta lógica perversa, en ausencia del crimen no existen ni criminales ni víctimas.
A diferencia de la propaganda, que apela a las emociones, el negacionismo del Grupo Clarín apela al intelecto, usando varias técnicas ilegítimas para proponer puntos de vista que enmascaren la realidad. En los últimos meses, los columnistas y escribas de Clarín han tenido que apelar cada vez con más frecuencia a estas técnicas que incluyen presentar como documentos genuinos aquellos que son falsos, inventar razones ingeniosas, pero no plausibles para defender sus puntos de vista.
Tanto Clarín como La Nación están haciendo llegar a referentes de la sociedad, la política y el periodismo diversos documentos donde supuestamente se “clarifican las circunstancias que rodearon la adquisición de Papel Prensa en 1976”.
La información de Clarín insiste en que “no hubo delito alguno en la compra de acciones de Papel Prensa”, porque “la compra de las acciones ocurrió el 2 de noviembre de 1976. La operación fue legal y legítima, se hizo a la luz pública y se le dio amplia publicidad en los diarios de todo el país”. Allí también se esgrime que los integrantes del Grupo Graiver, vendedores de la empresa, fueron secuestrados y detenidos cinco meses después de la venta, por imputaciones ajenas a Papel Prensa y su venta.
Este domingo, el editorialista de Clarín Eduardo van der Kooy fue más allá y se anticipó a cuestionar el informe sobre Papel Prensa presentado ayer, argumentando que es “una historia que ninguno de los gobiernos democráticos de veintisiete años alcanzó, por lo visto, a develar. Ni siquiera Kirchner en sus cuatro años de mandato. O Cristina, hasta que fue vencida en las legislativas del 2009”.
Sólo para los negacionistas el tema Papel Prensa es nuevo. Tanto el fallecido dueño de Ámbito Financiero, Julio Ramos, como el fundador de Crónica, Héctor Ricardo García denunciaron en sendos libros –Los cerrojos a la prensa y Cien veces me quisieron matar– la apropiación por parte de Clarín y La Nación de la empresa Papel Prensa.
Otros dos libros publicados en 1990 y el 2000 respectivamente, derrumban la teoría del negacionista Eduardo van der Kooy que sostiene que el caso Papel Prensa es una suerte de reescritura kirchnerista de la historia. Los libros David Graiver: el banquero de Montoneros, escrito en 1990 por el periodista Juan Gasparini, y El dictador de los colegas María Seoane y Vicente Muleiro que hasta hace poco trabajaron en Clarín–, documentan de manera rigurosa la manera en que se articuló la lógica empresarial con el engranaje de la violencia represiva.
En El dictador, se relata la dura interna que libraron Jorge Videla y Eduardo Massera para consensuar el ingreso de Clarín, La Nación y La Razón como socios de la empresa.
Por su parte, Juan Gasparini recuerda que –a comienzos de la dictadura–, el peso del Estado en los medios de comunicación electrónicos era abrumador, pero que Alfredo Martínez de Hoz –que llevaba la contabilidad del genocidio–, aconsejó que se incorporara algo de prensa escrita a la ominosa jugada. Su idea fue aceptada sin reparos.
“Hacían falta periódicos y revistas dóciles que se sumaran al concierto de la obsecuencia mientras detrás del escenario se consumaba el homicidio colectivo, social, político y económico. Nada mejor que juntar a los tres diarios de mayor circulación nacional y hacerles un fantástico regalo de Navidad en ese diciembre de 1976”, escribe Gasparini.
Martínez de Hoz los alentó a que se asociaran, y por la bagatela de u$s8.300.000 forzó la venta de Papel Prensa. La empresa valía varias veces esa suma.
Gasparini explica que ante la evidencia de que el Gobierno retiraba el imprescindible auxilio para seguir adelante, el día antes de la reunión de accionistas, la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo, fue convencida a firmar el preboleto de venta sin protestar.
En una carta recientemente publicada por el diario Tiempo Argentino, Lidia Papaleo escribe: “…fui citada para el día 2 de noviembre de 1976, por la noche, a una reunión en las oficinas de La Nación, juntamente con los integrantes de la familia Graiver. […] Yo con Magnetto de Clarín, en otro aparte, donde coloquialmente me aseguró: ‘Firme o le costará la vida de su hija y la suya’. No había chances”.
El traspaso accionario se confirmó el 18 de enero de 1977 en actas suscriptas por las partes contractuales. Si La Nación, Clarín y La Razón llegaban a mostrarse reacias a retribuir el obsequio en los funestos seis años que vendrían, el Ministerio de Economía tendría prerrogativas para hacerles cambiar de parecer, sostiene Gasparini en el libro escrito en 1990.
La viuda de Graiver creyó que con esa firma compraba su supervivencia y la de su familia. No fue así, porque más tarde fue secuestrada: “Todo el horror que fue mi vida después de mi secuestro es indescriptible en la serie de perversiones, vejaciones y tormentos a la que fui sometida, no obstante que deseo concluir con la presente reiterando que prefiero ver los ojos y la cara de mis torturadores, antes que ver los ojos de Magnetto en el momento en que me amenazaba para que firmara”.
En el libro Los asesinos de la memoria, Pierre Vidal-Naquet demuestra cómo la palabra en boca de los verdugos cumple una función eufemística: pretenden tornar invisible, suprimir, alejar la realidad con eufemismos. A diferencia de la metáfora, que intenta transmitir una verdad allí donde se bordea lo decible, en el eufemismo por el contrario la palabra es utilizada en lugar de aquellas que permitirían designar la verdad. Se borran así, en el campo del lenguaje, las huellas del crimen perpetrado: las torturas, los robos de bienes y personas y los asesinatos, así como quienes fueron los ejecutores. Durante demasiado tiempo, demasiada gente ha disfrazado con eufemismos la verdad que ahora sale a flote.
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Sociedad
miércoles, agosto 11, 2010
Aborto farmacologico, medico, en primaria
Juan Gervas Para: Essential Drugs
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Pretendo plantear el tema del aborto libre y gratuito mas humano y cercano con el medico general/de familia/de cabecera, en atencion primaria frente al aborto quirurgico.
Las connotaciones generales de moral, religion, etica, legales y deontologicas son muy importantes, pero me parece que deben ser un debate en paralelo; se pueden debatir en esa otra discusion referencias al huevo/morula/embrion/feto.
Lo que yo planteo es del tipo de lo que se puede leer sobre el aborto quimico - farmacologico - médico en un texto de la OMS, de una reunión en
Bellagio:
http://www.despenalizacion.org.ar/pdf/publicaciones/faq_es.pdf
Tenemos medicamentos seguros y eficaces, como misoprostol, metrotexate
y mifepristona.
Ya digo, hay que saber más sobre el aborto químico-farmacológico-médico, en:
http://scielo.sld.cu/pdf/gin/v36n1/gin12110.pdf
o en:
http://www.sec.es/area_cientifica/ponencias_comunicaciones_congresos_sec/2000_05CongresoSEC/libro/p8a.pdf
Los debates sobre el aborto libre y gratuito se plantean siempre "con el pensamiento" en el aborto quirúgico por el especailista (ginecólogo) pero hay alteranativas cercanas y humanas con el aborto médico en primaria.
Insisto, todo dicho sin entrar en connotaciones generales de moral, religión, éticas, legales y deontológicas, que se pueden también discutir.
Un saludo desde el valle del río Lozoya, en las montañas al norte de
Madrid, España.
Juan Gérvas
www.equipocesca.org
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Pretendo plantear el tema del aborto libre y gratuito mas humano y cercano con el medico general/de familia/de cabecera, en atencion primaria frente al aborto quirurgico.
Las connotaciones generales de moral, religion, etica, legales y deontologicas son muy importantes, pero me parece que deben ser un debate en paralelo; se pueden debatir en esa otra discusion referencias al huevo/morula/embrion/feto.
Lo que yo planteo es del tipo de lo que se puede leer sobre el aborto quimico - farmacologico - médico en un texto de la OMS, de una reunión en
Bellagio:
http://www.despenalizacion.org.ar/pdf/publicaciones/faq_es.pdf
Tenemos medicamentos seguros y eficaces, como misoprostol, metrotexate
y mifepristona.
Ya digo, hay que saber más sobre el aborto químico-farmacológico-médico, en:
http://scielo.sld.cu/pdf/gin/v36n1/gin12110.pdf
o en:
http://www.sec.es/area_cientifica/ponencias_comunicaciones_congresos_sec/2000_05CongresoSEC/libro/p8a.pdf
Los debates sobre el aborto libre y gratuito se plantean siempre "con el pensamiento" en el aborto quirúgico por el especailista (ginecólogo) pero hay alteranativas cercanas y humanas con el aborto médico en primaria.
Insisto, todo dicho sin entrar en connotaciones generales de moral, religión, éticas, legales y deontológicas, que se pueden también discutir.
Un saludo desde el valle del río Lozoya, en las montañas al norte de
Madrid, España.
Juan Gérvas
www.equipocesca.org
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Medicina Laboral,
Sociedad
lunes, julio 19, 2010
MATRIMONIO GAY Iglesia, sexofobia, homofobia y doble moral
Por Walter Goobar
Publicado en Diario BAE
14-07-2010
El llamamiento del Inquisidor cardenal Jorge Bergoglio a lanzar una Cruzada contra el matrimonio gay es uno de esos temas en los que la jerarquía católica argentina apela a su coartada de la supeditación a lo divino para encubrir su sexofobia y su doble moral.
La Iglesia Católica, que siempre hizo ostentación de poseer la única verdad infaliblemente declarada, tardó veinte siglos en admitir las atrocidades de la Santa Inquisición, en reconocer su papel en el exterminio de los aborigenes en América, en rehabilitar a Galileo, a Copérnico y en admitir su complicidad con el nazismo frente al Holocausto. Más que un sincero propósito de enmienda, esos tardíos arrepentimientos fueron una consecuencia del altísimo precio que la Iglesia tuvo que pagar por su paranoia institucional. Sin embargo, en el tema de la homosexualidad el discurso ideológico y moral de la jerarquía católica sigue anclado en la noche de los tiempos. En ese sentido, el llamamiento del Inquisidor cardenal Jorge Bergoglio a lanzar una Cruzada contra el matrimonio gay es uno de esos temas en los que la jerarquía católica argentina apela a su coartada de la supeditación a lo divino para encubrir su sexofobia y su doble moral.
La jerarquía católica no ha modificado hasta ahora su enfoque de la homosexualidad, entendiéndola siempre como una desviación “contraria a la ley natural". Desde la óptica doctrinal, al homosexual sólo le queda "cargar con su cruz" sin que pueda esperar ningun reconocimiento social. Este mensaje resulta cada vez más anacrónico en las sociedades secularizadas en las que los gays luchan para que la tolerancia se traduzca en leyes que los equiparen en derechos, incluso el de casarse y adoptar hijos.
Lo cierto es que la homofobia que acecha al clero católico desde siempre es en realidad una máscara que oculta el deseo y la fascinación por lo sexual.
Lo curioso es que a la jerarquía eclesiástica le perturba la homosexuaidad cuando tiene como escenario la vida cotidiana, pero guarda un piadoso manto de silencio sobre los votos de homosexualidad que practica un creciente número de miembro de la Curia dentro del territorio del Estado Vaticano. Hace un par de años, el libro Vía col Vento in Vaticano ("Lo que el viento se llevó en el Vaticano"), cuyo presunto autor fue monseñor Luigi Marinelli, de 77 años denunció la fuerte presencia de la homosexualidad en las filas de la Iglesia con casos muy bien detallados. El libro explicaba que existe una corriente que teológicamente justifica la homosexualidad como una manera de mantener el celibato, permanecer lejos de las mujeres, y además afirma que existe un "cierto indulto papal": "Un famoso prelado muy intransigente en las cuestiones morales hacia los demás, pero de costumbres licenciosas y vulgares, confesaba a sus amigos íntimos haber hecho 'voto de homosexualidad' para no incurrir en el pecado de ir con mujeres". En el libro se narra el caso del padre costarricense Jorge Hume Salas, párroco de Santa Rosa, California, que denunció a su obispo, monseñor George Patrick Ziemann, de 57 años, por violación.
Mientras la homosexualidad no se exagere, las "cenas o juergas de trabajo" son considerados episodios normales en el Vaticano.
Aunque la Curia siempre ha llevado adelante una campaña contra la homosexualidad, según los autores del libro, "confiere una gran importancia a la belleza física a los que desean ascender". A causa de su inconfesada debilidad "muchos prelados de la Curia, eligen a sus asistentes por su atractivo y no por su capacidad". Muchos obispos se "valen de la Iglesia para hacerse servir mejor: choferes, guardias y empleados prestan servicios extraordinarios noche y día.
"El clero tiene una vida sexual muy intensa, aunque muy oculta, desordenada y en demasiadas ocasiones delictiva", afirma el periodista español Pepe Rodríguez, autor del libro "La vida sexual del clero" en el que cuestiona el ffuturo del celibato a partir de la admisión por parte del Vaticano que cientos de monjas fueron violadas por sacerdotes o misioneros en 23 países del Tercer Mundo..
Las religiosas violadas tenían que abandonar su congregación si se quedaban embarazadas, mientras los sacerdotes implicados seguían desempeñando su ministerio en el mismo lugar.
Con testimonios, documentos, nombres y apellidos, la obra de Rodríguez, constituye un riguroso estudio que lleva a drásticas conclusiones respecto de la moral sexual que rige en el Vaticano y rompe el tabú acerca de la obligatoriedad del celibato. Según el autor cuanto más represión hay, más patológicos resultan los hábitos sexuales de los curas, obispos o cardenales. "En Estados Unidos hay cientos de sacerdotes condenados. Las indemnizaciones son millonarias. Esto lo sabe todo el mundo en la cúpula de la Iglesia". Cuenta que, incluso, la jerarquía católica en Inglaterra contrató un seguro de responsabilidad civil para financiar las indemnizaciones de casos de abusos sexuales a menores. Añade: "Hay una tremenda patología en la práctica sexual del clero. En primer lugar, porque son personas que desean sexo, pero no tienen ni educación ni formación sobre sexualidad y sobre la esfera compleja de lo afectivo-sexual". Según sus estadísticas, 95% de los sacerdotes se masturba; 60% mantiene relaciones sexuales; 26% abusa de menores; 20% realiza prácticas homosexuales; 12% es exclusivamente homosexual, y 7% comete abusos sexuales graves con menores.
En cuanto a preferencias sexuales, 53% tiene relaciones sexuales con mujeres adultas; 21% con varones adultos; 14% con varones menores, y 12% con mujeres menores. Rodríguez, que ha publicado 18 libros relacionados con la Iglesia,dice que las prácticas sexuales más patológicas son las que realizan con menores: "El clero católico es el colectivo profesional que más abusos sexuales comete contra menores, o también con mujeres de cierta candidez o ingenuidad; o mujeres con problemas emocionales que son víctimas fáciles de su voracidad".
Resulta indignate que la Iglesia se rasgue las vestiduras por el futuro de los niños adoptados por parejas homosexuales cuando la pedofilia con sotana es una mancha que reaparece en todo el mundo y muestra que el primer reflejo de la cúpula vaticana es "tapar todo". Los casos de pedofilia han sacudido -por etapas-, a las diócesis católicas de España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Polonia, Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos, México, Brasil, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia, Chile y Argentina. a indiferencia que han mostrado Bergoglio y la Conferencia Episcopal ante las víctimas de estos hechos aberrantes congela el alma.
La jerarquía de la Iglesia argentina esconde y minimiza este tremendo problema, que no es accidental ni azaroso, sino institucional. Y está signado por el encubrimiento y la doble moral.
En Brasil que es uno de los países con mayor número de católicos en el mundo, circulaba entre los curas pedófilos un manual que recomendaba iniciar a menores recogidos de la calle y de las comisarías.
El autor de la macabra guía del cura pedófilo es un eminente teólogo, un sibarita que frecuenta los salones de la alta burguesía de San Pablo y, según el diagnóstico que se le hizo a petición del juzgado estatal, un pedófilo con marcados síntomas de narcisismo y megalomanía. De otra forma no se explica que Tarcísio Sprícigo, de 48 años, llevara un recuento manuscrito de sus fechorías. "Me preparo para salir de caza con la certeza de que tengo a mi alcance a todos los garotos (chicos) que me plazca."
En su relato, el cura añadió: "Para esto soy seguro y calmo, no me agito, soy un seductor y después de haber aplicado correctamente las reglas, el niño caerá en mis manos y seremos felices para siempre".
Antes de que lo arrestaran, el religioso abusó de muchos chicos de la calle. Para él, eran los más fáciles de controlar, según escribió en su diario. En páginas que parecen un verdadero manual para pedófilos describió cómo persuadir niños: "Presentarse siempre como el que manda. Ser cariñoso. Nunca hacer preguntas, pero tener certezas.
"Conseguir chicos que no tengan padre y que sean pobres. Jamás involucrarse con niños ricos".
El sacerdote aprovechaba los descansos sabatinos para componer el decálogo que incluye entre sus mandamientos la iniciación de chicos "cariñosos, tranquilos, sin bloqueos morales", y aconseja "recogerlos de la calle, de las comisarías, de los hospitales de caridad".
Según el escritor Pepe Rodríguez, autor de Pederastia en la Iglesia Católica, "el problema fundamental no reside tanto en que haya sacerdotes que abusen sexualmente de menores, sino en que el Código de Derecho Canónico vigente, así como todas las instrucciones del Papa y de la curia del Vaticano, obligan a encubrir esos delitos y a proteger al clero delincuente. En consecuencia, los cardenales, obispos y el propio gobierno vaticano practican con plena conciencia el más vergonzoso de los delitos: el encubrimiento", dice Rodríguez.
Condenado a 15 años de prisión por violar a un niño de cinco años que tenía bajo su custodia, el sacerdote Tarcísio Sprícigo declaró ante los jueces brasileños que la idea de redactar un manual le surgió de forma espontánea, como una suerte de revelación asentada en la convicción de que "Dios perdona todos los pecados, pero la sociedad nunca!".
Diario BAE
14-07-2010
Publicado en Diario BAE
14-07-2010
El llamamiento del Inquisidor cardenal Jorge Bergoglio a lanzar una Cruzada contra el matrimonio gay es uno de esos temas en los que la jerarquía católica argentina apela a su coartada de la supeditación a lo divino para encubrir su sexofobia y su doble moral.
La Iglesia Católica, que siempre hizo ostentación de poseer la única verdad infaliblemente declarada, tardó veinte siglos en admitir las atrocidades de la Santa Inquisición, en reconocer su papel en el exterminio de los aborigenes en América, en rehabilitar a Galileo, a Copérnico y en admitir su complicidad con el nazismo frente al Holocausto. Más que un sincero propósito de enmienda, esos tardíos arrepentimientos fueron una consecuencia del altísimo precio que la Iglesia tuvo que pagar por su paranoia institucional. Sin embargo, en el tema de la homosexualidad el discurso ideológico y moral de la jerarquía católica sigue anclado en la noche de los tiempos. En ese sentido, el llamamiento del Inquisidor cardenal Jorge Bergoglio a lanzar una Cruzada contra el matrimonio gay es uno de esos temas en los que la jerarquía católica argentina apela a su coartada de la supeditación a lo divino para encubrir su sexofobia y su doble moral.
La jerarquía católica no ha modificado hasta ahora su enfoque de la homosexualidad, entendiéndola siempre como una desviación “contraria a la ley natural". Desde la óptica doctrinal, al homosexual sólo le queda "cargar con su cruz" sin que pueda esperar ningun reconocimiento social. Este mensaje resulta cada vez más anacrónico en las sociedades secularizadas en las que los gays luchan para que la tolerancia se traduzca en leyes que los equiparen en derechos, incluso el de casarse y adoptar hijos.
Lo cierto es que la homofobia que acecha al clero católico desde siempre es en realidad una máscara que oculta el deseo y la fascinación por lo sexual.
Lo curioso es que a la jerarquía eclesiástica le perturba la homosexuaidad cuando tiene como escenario la vida cotidiana, pero guarda un piadoso manto de silencio sobre los votos de homosexualidad que practica un creciente número de miembro de la Curia dentro del territorio del Estado Vaticano. Hace un par de años, el libro Vía col Vento in Vaticano ("Lo que el viento se llevó en el Vaticano"), cuyo presunto autor fue monseñor Luigi Marinelli, de 77 años denunció la fuerte presencia de la homosexualidad en las filas de la Iglesia con casos muy bien detallados. El libro explicaba que existe una corriente que teológicamente justifica la homosexualidad como una manera de mantener el celibato, permanecer lejos de las mujeres, y además afirma que existe un "cierto indulto papal": "Un famoso prelado muy intransigente en las cuestiones morales hacia los demás, pero de costumbres licenciosas y vulgares, confesaba a sus amigos íntimos haber hecho 'voto de homosexualidad' para no incurrir en el pecado de ir con mujeres". En el libro se narra el caso del padre costarricense Jorge Hume Salas, párroco de Santa Rosa, California, que denunció a su obispo, monseñor George Patrick Ziemann, de 57 años, por violación.
Mientras la homosexualidad no se exagere, las "cenas o juergas de trabajo" son considerados episodios normales en el Vaticano.
Aunque la Curia siempre ha llevado adelante una campaña contra la homosexualidad, según los autores del libro, "confiere una gran importancia a la belleza física a los que desean ascender". A causa de su inconfesada debilidad "muchos prelados de la Curia, eligen a sus asistentes por su atractivo y no por su capacidad". Muchos obispos se "valen de la Iglesia para hacerse servir mejor: choferes, guardias y empleados prestan servicios extraordinarios noche y día.
"El clero tiene una vida sexual muy intensa, aunque muy oculta, desordenada y en demasiadas ocasiones delictiva", afirma el periodista español Pepe Rodríguez, autor del libro "La vida sexual del clero" en el que cuestiona el ffuturo del celibato a partir de la admisión por parte del Vaticano que cientos de monjas fueron violadas por sacerdotes o misioneros en 23 países del Tercer Mundo..
Las religiosas violadas tenían que abandonar su congregación si se quedaban embarazadas, mientras los sacerdotes implicados seguían desempeñando su ministerio en el mismo lugar.
Con testimonios, documentos, nombres y apellidos, la obra de Rodríguez, constituye un riguroso estudio que lleva a drásticas conclusiones respecto de la moral sexual que rige en el Vaticano y rompe el tabú acerca de la obligatoriedad del celibato. Según el autor cuanto más represión hay, más patológicos resultan los hábitos sexuales de los curas, obispos o cardenales. "En Estados Unidos hay cientos de sacerdotes condenados. Las indemnizaciones son millonarias. Esto lo sabe todo el mundo en la cúpula de la Iglesia". Cuenta que, incluso, la jerarquía católica en Inglaterra contrató un seguro de responsabilidad civil para financiar las indemnizaciones de casos de abusos sexuales a menores. Añade: "Hay una tremenda patología en la práctica sexual del clero. En primer lugar, porque son personas que desean sexo, pero no tienen ni educación ni formación sobre sexualidad y sobre la esfera compleja de lo afectivo-sexual". Según sus estadísticas, 95% de los sacerdotes se masturba; 60% mantiene relaciones sexuales; 26% abusa de menores; 20% realiza prácticas homosexuales; 12% es exclusivamente homosexual, y 7% comete abusos sexuales graves con menores.
En cuanto a preferencias sexuales, 53% tiene relaciones sexuales con mujeres adultas; 21% con varones adultos; 14% con varones menores, y 12% con mujeres menores. Rodríguez, que ha publicado 18 libros relacionados con la Iglesia,dice que las prácticas sexuales más patológicas son las que realizan con menores: "El clero católico es el colectivo profesional que más abusos sexuales comete contra menores, o también con mujeres de cierta candidez o ingenuidad; o mujeres con problemas emocionales que son víctimas fáciles de su voracidad".
Resulta indignate que la Iglesia se rasgue las vestiduras por el futuro de los niños adoptados por parejas homosexuales cuando la pedofilia con sotana es una mancha que reaparece en todo el mundo y muestra que el primer reflejo de la cúpula vaticana es "tapar todo". Los casos de pedofilia han sacudido -por etapas-, a las diócesis católicas de España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Polonia, Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos, México, Brasil, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia, Chile y Argentina. a indiferencia que han mostrado Bergoglio y la Conferencia Episcopal ante las víctimas de estos hechos aberrantes congela el alma.
La jerarquía de la Iglesia argentina esconde y minimiza este tremendo problema, que no es accidental ni azaroso, sino institucional. Y está signado por el encubrimiento y la doble moral.
En Brasil que es uno de los países con mayor número de católicos en el mundo, circulaba entre los curas pedófilos un manual que recomendaba iniciar a menores recogidos de la calle y de las comisarías.
El autor de la macabra guía del cura pedófilo es un eminente teólogo, un sibarita que frecuenta los salones de la alta burguesía de San Pablo y, según el diagnóstico que se le hizo a petición del juzgado estatal, un pedófilo con marcados síntomas de narcisismo y megalomanía. De otra forma no se explica que Tarcísio Sprícigo, de 48 años, llevara un recuento manuscrito de sus fechorías. "Me preparo para salir de caza con la certeza de que tengo a mi alcance a todos los garotos (chicos) que me plazca."
En su relato, el cura añadió: "Para esto soy seguro y calmo, no me agito, soy un seductor y después de haber aplicado correctamente las reglas, el niño caerá en mis manos y seremos felices para siempre".
Antes de que lo arrestaran, el religioso abusó de muchos chicos de la calle. Para él, eran los más fáciles de controlar, según escribió en su diario. En páginas que parecen un verdadero manual para pedófilos describió cómo persuadir niños: "Presentarse siempre como el que manda. Ser cariñoso. Nunca hacer preguntas, pero tener certezas.
"Conseguir chicos que no tengan padre y que sean pobres. Jamás involucrarse con niños ricos".
El sacerdote aprovechaba los descansos sabatinos para componer el decálogo que incluye entre sus mandamientos la iniciación de chicos "cariñosos, tranquilos, sin bloqueos morales", y aconseja "recogerlos de la calle, de las comisarías, de los hospitales de caridad".
Según el escritor Pepe Rodríguez, autor de Pederastia en la Iglesia Católica, "el problema fundamental no reside tanto en que haya sacerdotes que abusen sexualmente de menores, sino en que el Código de Derecho Canónico vigente, así como todas las instrucciones del Papa y de la curia del Vaticano, obligan a encubrir esos delitos y a proteger al clero delincuente. En consecuencia, los cardenales, obispos y el propio gobierno vaticano practican con plena conciencia el más vergonzoso de los delitos: el encubrimiento", dice Rodríguez.
Condenado a 15 años de prisión por violar a un niño de cinco años que tenía bajo su custodia, el sacerdote Tarcísio Sprícigo declaró ante los jueces brasileños que la idea de redactar un manual le surgió de forma espontánea, como una suerte de revelación asentada en la convicción de que "Dios perdona todos los pecados, pero la sociedad nunca!".
Diario BAE
14-07-2010
El vencido
Por Eduardo Aliverti
Publicado en Pagina 12, 19 de julio de 2010.
¿No le falta una pata a lo que se lee y escucha con prioridad en torno del matrimonio homosexual? Se expresa en forma de pregunta porque, quizá, lo que le parece al firmante es sólo una sensación y aquello que pretende con explicitud está implícito.
Valga una comparación. Cuando el voto no positivo de Cobos, hace justo dos años, casi nadie se detuvo en una disección puntillosa del objeto de la votación. Lo que importaba no era la resolución 125, sino el sujeto social nucleado en torno de voltearla y ajeno –tanto como quienes la respaldaban– al conocimiento técnico de la norma. Estaba claro que una alianza conservadora feroz había derrotado al Gobierno, y se abría un signo de interrogación enorme alrededor de la suerte oficialista en el futuro mediato. Lo cierto es que nada, o muy poco, resultó como se pensaba. Hubo un coletazo: el kirchnerismo perdió las elecciones de un año después, aunque a manos de dos tercios invertebrados. La capacidad de iniciativa K para remontar el infortunio fue sorprendente, según admiten propios y extraños. El matrimonio fugó hacia delante, marcando agenda. Vino la crisis de los países centrales y acá no se notó. Los campestres descubrieron que les hubiera convenido apoyar las retenciones móviles y perdieron fuerza. Gardiner se diluyó. El comando opositor lo tomó Clarín, herido por todos los costados; pero la manera fue tan pornográfica que su credibilidad se desmayó, por sí sola o porque no pudo anclar sus contraataques en alguna figura política de la oposición. A valores parciales, estos días terminan con la ratificación de Macri procesado, a la defensiva, constreñido en la táctica de acusar a los K. Y la embajada paralela en Caracas se les cayó, la desaparecieron, no les sirve, quedaron al borde del papelón. Tienen que producir otra cosa y no saben qué. Es una síntesis rápida, pero no podría negársele objetividad si se es políticamente honesto. ¿Quiere decir, entonces, que el voto no positivo de hace dos años fue nada más que una anécdota? No: sólo quiere decir la obviedad de que lo pensado importante no pudo revalidarse, porque no tienen espacio en la medida de que la realidad o percepción sobre la marcha económica sea positiva. Van de un lado para otro. De Duhalde a Reutemann, de Cobos al hijo de Alfonsín, de Reutemann a Duhalde, de Carrió a una parte de los socialistas, de Jaime a Solanas, de una parte de los socialistas a Bonasso, de los glaciares a la relación comercial con China. No encuentran su lugar. Apenas pueden refugiarse en las deficiencias del kirchnerismo que, tanto como sus logros, a esta altura se recitan casi de memoria. El oprobio del Indek, el volver a recostarse en los barones pejota-mafia del conurbano, olores feos en licitaciones de obra pública, las dudas con la declaración patrimonial, son la única gran teta de que puede agarrarse Clarín, Carrió, Cía. No hay antítesis proyectiva. Solamente comentarismo. Retornemos: ¿cuál es la distancia entre aquel voto de Gardiner y esto del matrimonio gay? Es que aquello, lo de Cobos, fue un episodio contrastable con el devenir político y susceptible de ser revertido; y lo de estos días, el matrimonio homosexual convertido en ley, marca un quiebre sin retorno. No es modificable. Es un adelanto definitivamente histórico. De época. Sin embargo, a gusto del que firma, se perdió de vista que es así por la magnitud del derrotado. O se lo ve pero se “naturaliza” demasiado al objeto, en lugar de apreciar lo que le pasó al sujeto.
Es acertado que dentro de unos años este debate sobre los derechos cívicos homosexuales será anacrónico. Hará pasar vergüenza ajena a quien lo cite, al estilo de lo que sucedería hoy si algún extraterrestre cuestionara el divorcio. Lo mismo ocurrirá con la legalización del aborto, antes de que parezca lo contrario. Es correcto el alerta sobre lo impropio de que la sanción sea adjudicable a la lucha oficial: los K espolearon su aprobación cuando notaron que el humor social era favorable; o indiferente, pero propicio para acentuar el marcaje de cancha desde un discurso progre. Y la prensa opositora, conteste de lo mismo, quiso valerse del clima de confrontación que adjudica al Gobierno, pero no le dio para jugarse decididamente en contra de la ley. Se lo impidió su propio palo eclesiástico, que careció de inteligencia para no mostrarse como un emblema medieval aunque, puesto uno en el sitio de su liturgia retórica, ¿qué hubieran podido hacer, diferente de gritar más alto? Callarse, está bien, y tratar de negociar alguna cosa por debajo de la mesa. Pero eso no va con su espíritu reaccionario. Se sabe de cruces muy fuertes entre los monseñores que tenían claro lo inevitable de la derrota, dispuestos a transar condiciones de rendición, y los finalmente triunfantes que quisieron apostar al todo o nada.
Si se dice, como se dijo, que ganaron las libertades individuales, la democracia, el civilismo, y hasta la modernidad, es formalmente correcto y bienvenido. Pero falta exclamar lo elemental de que esos vencedores lo fueron porque hubo el vencido. Y ese vencido se llama la Iglesia, Bergoglio, sus cínicos aliados de moral indefendible. El vencido se llama la represión, individual e ideológica. Perdieron. Es una derrota mucho más fuerte que la de hace más de veinte años, cuando la ley de divorcio. Aquello se caía por su propio peso ridículo, sin por eso quitarle méritos de etapa al alfonsinismo. Y esto fue conquistado por la lucha de una minoría activa que, a fuerza de convicción, sedujo a las conciencias timoratas. Hasta la derecha pícara se horrorizó por las animaladas de los saurios del Episcopado. Admitieron entrelíneas que juntaron varios miles en el Congreso porque los trajeron en micro, a tanto el rosario. La versión católico-modosa del choripán y la Coca para juntar gente. Pero los medios no hablaron de caos en el tránsito.
Perdieron. Si se lo ve con ojos de la cotidianidad mayoritaria, la sanción de la ley simplemente legalizó una obviedad aunque, apreciado desde los derechos civiles de las parejas homosexuales, sus alcances son importantes. Si se pregunta para qué sirve en términos de pobres, excluidos, negreados, redistribución de la riqueza, o etcéteras de esa naturaleza, la respuesta es para nada –en primera instancia–, por más que sea atinado recordar que cuando una minoría relegada conquista atribuciones se abren mejores puertas para las mayorías. Por el contrario, si se lo valora desde lo que le pasó a un factor de poder que se creía simbólica y concretamente impune, es un notición. Como siempre subraya Rubén Dri, la Iglesia maneja esa simbología a través de una influencia de nexos profundos con los poderes políticos y económicos, a nivel nacional y mundial; y la profundidad de lo religioso en el ser humano, fundida con el manejo de la simbología, inevitablemente significa poder. Y cada vez que una vaca sagrada pierde poder, hay la chance de que se acerque la justicia.
Después hay que trabajar. Militarlo, al hecho, desde la diagonal que ofrece. Pero, siempre, por algo se empieza. O se continúa.
Publicado en Pagina 12, 19 de julio de 2010.
¿No le falta una pata a lo que se lee y escucha con prioridad en torno del matrimonio homosexual? Se expresa en forma de pregunta porque, quizá, lo que le parece al firmante es sólo una sensación y aquello que pretende con explicitud está implícito.
Valga una comparación. Cuando el voto no positivo de Cobos, hace justo dos años, casi nadie se detuvo en una disección puntillosa del objeto de la votación. Lo que importaba no era la resolución 125, sino el sujeto social nucleado en torno de voltearla y ajeno –tanto como quienes la respaldaban– al conocimiento técnico de la norma. Estaba claro que una alianza conservadora feroz había derrotado al Gobierno, y se abría un signo de interrogación enorme alrededor de la suerte oficialista en el futuro mediato. Lo cierto es que nada, o muy poco, resultó como se pensaba. Hubo un coletazo: el kirchnerismo perdió las elecciones de un año después, aunque a manos de dos tercios invertebrados. La capacidad de iniciativa K para remontar el infortunio fue sorprendente, según admiten propios y extraños. El matrimonio fugó hacia delante, marcando agenda. Vino la crisis de los países centrales y acá no se notó. Los campestres descubrieron que les hubiera convenido apoyar las retenciones móviles y perdieron fuerza. Gardiner se diluyó. El comando opositor lo tomó Clarín, herido por todos los costados; pero la manera fue tan pornográfica que su credibilidad se desmayó, por sí sola o porque no pudo anclar sus contraataques en alguna figura política de la oposición. A valores parciales, estos días terminan con la ratificación de Macri procesado, a la defensiva, constreñido en la táctica de acusar a los K. Y la embajada paralela en Caracas se les cayó, la desaparecieron, no les sirve, quedaron al borde del papelón. Tienen que producir otra cosa y no saben qué. Es una síntesis rápida, pero no podría negársele objetividad si se es políticamente honesto. ¿Quiere decir, entonces, que el voto no positivo de hace dos años fue nada más que una anécdota? No: sólo quiere decir la obviedad de que lo pensado importante no pudo revalidarse, porque no tienen espacio en la medida de que la realidad o percepción sobre la marcha económica sea positiva. Van de un lado para otro. De Duhalde a Reutemann, de Cobos al hijo de Alfonsín, de Reutemann a Duhalde, de Carrió a una parte de los socialistas, de Jaime a Solanas, de una parte de los socialistas a Bonasso, de los glaciares a la relación comercial con China. No encuentran su lugar. Apenas pueden refugiarse en las deficiencias del kirchnerismo que, tanto como sus logros, a esta altura se recitan casi de memoria. El oprobio del Indek, el volver a recostarse en los barones pejota-mafia del conurbano, olores feos en licitaciones de obra pública, las dudas con la declaración patrimonial, son la única gran teta de que puede agarrarse Clarín, Carrió, Cía. No hay antítesis proyectiva. Solamente comentarismo. Retornemos: ¿cuál es la distancia entre aquel voto de Gardiner y esto del matrimonio gay? Es que aquello, lo de Cobos, fue un episodio contrastable con el devenir político y susceptible de ser revertido; y lo de estos días, el matrimonio homosexual convertido en ley, marca un quiebre sin retorno. No es modificable. Es un adelanto definitivamente histórico. De época. Sin embargo, a gusto del que firma, se perdió de vista que es así por la magnitud del derrotado. O se lo ve pero se “naturaliza” demasiado al objeto, en lugar de apreciar lo que le pasó al sujeto.
Es acertado que dentro de unos años este debate sobre los derechos cívicos homosexuales será anacrónico. Hará pasar vergüenza ajena a quien lo cite, al estilo de lo que sucedería hoy si algún extraterrestre cuestionara el divorcio. Lo mismo ocurrirá con la legalización del aborto, antes de que parezca lo contrario. Es correcto el alerta sobre lo impropio de que la sanción sea adjudicable a la lucha oficial: los K espolearon su aprobación cuando notaron que el humor social era favorable; o indiferente, pero propicio para acentuar el marcaje de cancha desde un discurso progre. Y la prensa opositora, conteste de lo mismo, quiso valerse del clima de confrontación que adjudica al Gobierno, pero no le dio para jugarse decididamente en contra de la ley. Se lo impidió su propio palo eclesiástico, que careció de inteligencia para no mostrarse como un emblema medieval aunque, puesto uno en el sitio de su liturgia retórica, ¿qué hubieran podido hacer, diferente de gritar más alto? Callarse, está bien, y tratar de negociar alguna cosa por debajo de la mesa. Pero eso no va con su espíritu reaccionario. Se sabe de cruces muy fuertes entre los monseñores que tenían claro lo inevitable de la derrota, dispuestos a transar condiciones de rendición, y los finalmente triunfantes que quisieron apostar al todo o nada.
Si se dice, como se dijo, que ganaron las libertades individuales, la democracia, el civilismo, y hasta la modernidad, es formalmente correcto y bienvenido. Pero falta exclamar lo elemental de que esos vencedores lo fueron porque hubo el vencido. Y ese vencido se llama la Iglesia, Bergoglio, sus cínicos aliados de moral indefendible. El vencido se llama la represión, individual e ideológica. Perdieron. Es una derrota mucho más fuerte que la de hace más de veinte años, cuando la ley de divorcio. Aquello se caía por su propio peso ridículo, sin por eso quitarle méritos de etapa al alfonsinismo. Y esto fue conquistado por la lucha de una minoría activa que, a fuerza de convicción, sedujo a las conciencias timoratas. Hasta la derecha pícara se horrorizó por las animaladas de los saurios del Episcopado. Admitieron entrelíneas que juntaron varios miles en el Congreso porque los trajeron en micro, a tanto el rosario. La versión católico-modosa del choripán y la Coca para juntar gente. Pero los medios no hablaron de caos en el tránsito.
Perdieron. Si se lo ve con ojos de la cotidianidad mayoritaria, la sanción de la ley simplemente legalizó una obviedad aunque, apreciado desde los derechos civiles de las parejas homosexuales, sus alcances son importantes. Si se pregunta para qué sirve en términos de pobres, excluidos, negreados, redistribución de la riqueza, o etcéteras de esa naturaleza, la respuesta es para nada –en primera instancia–, por más que sea atinado recordar que cuando una minoría relegada conquista atribuciones se abren mejores puertas para las mayorías. Por el contrario, si se lo valora desde lo que le pasó a un factor de poder que se creía simbólica y concretamente impune, es un notición. Como siempre subraya Rubén Dri, la Iglesia maneja esa simbología a través de una influencia de nexos profundos con los poderes políticos y económicos, a nivel nacional y mundial; y la profundidad de lo religioso en el ser humano, fundida con el manejo de la simbología, inevitablemente significa poder. Y cada vez que una vaca sagrada pierde poder, hay la chance de que se acerque la justicia.
Después hay que trabajar. Militarlo, al hecho, desde la diagonal que ofrece. Pero, siempre, por algo se empieza. O se continúa.
martes, julio 13, 2010
Los vencidos tienen distinta memoria histórica que los vencedores
Publicado por Marta Tur el 05/07/2010 (4:20 ) en Memoria Histórica, Política Catalana, Política Española, Transición Política
Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 5 de julio de 2010
Este artículo cuestiona varios de los supuestos que sostienen la imagen de la Transición como modélica. Señala que la oposición a recuperar la memoria histórica se debe al enorme dominio que los vencedores del conflicto civil (1936-1939) y sus descendientes (independientemente del color político en que se encuentren) tienen sobre los aparatos del estado, que promueven la percepción de equidistancia en el desarrollo de atrocidades supuestamente realizadas por ambos bandos. Han sido los vencedores y sus descendientes que han querido promover la imagen de que la Transición fue modélica, basada –según ellos- en la reconciliación. El artículo concluye que millones de vencidos y sus descendientes no se han reconciliado con los vencedores y sus descendientes, la mayoría de los cuales no han admitido la responsabilidad de sus antecesores en los horrores de aquel régimen fascista.
No existe pleno conocimiento en grandes sectores de la población española de las atrocidades cometidas por el golpe militar del 1936 y la dictadura que estableció. Sólo los vencidos y sus descendientes conocieron en carne propia los fusilamientos, los encarcelamientos, las torturas, el exilio y sobre todo, la constante humillación con la que el régimen establecido por el golpe militar de 1936 intentó la destrucción psicológica del bando vencido, presentándolo como un bando antiespañol, criminal y asesino, perteneciente a una raza y/o cultura inferior (ver mi artículo El racismo del nacional-catolicismo, Público, 14.01.10). Y lo que es incluso más doloroso es que los vencidos no podían defenderse ni siquiera frente a sus hijos, pues hablar con ellos y transmitirles este conocimiento era ponerlos en peligro. Los vencidos y sus descendientes sufrieron una humillación y un terror constante que nunca experimentaron los hijos de los vencedores. Y la expresión más clara de ello es lo que ha ocurrido con las más de 150.000 personas asesinadas (cuyos cuerpos han desaparecido) y sus familiares. Hasta hace poco estaban prácticamente olvidados y abandonados, treinta y dos años después de haber terminado la dictadura.
Tales horribles experiencias no las conocen los descendientes de los vencedores. A esto me referí cuando, en un artículo reciente, critiqué a Javier Pradera, columnista de El Pais, por su animosidad hacia el intento del Juez Baltasar Garzón de llevar a los tribunales a los asesinos implicados en aquel régimen (animosidad expresada con gran cantidad de insultos hacia los que criticaban tal enjuiciamiento) (ver mi artículo Javier Pradera, la amnistía y la transición, El Plural, 17.05.10). Definí a Javier Pradera como “hijo de vencedores”, lo cual, no significaba (como se malinterpretó en algunas notas que recibí) que cuestionara su compromiso democrático (expresado en su pertenencia durante su juventud a la resistencia hacia la dictadura), sino que señalaba la falta de conocimiento que Pradera tuvo de lo que fue aquella dictadura, experiencia sentida sólo por los vencidos y sus descendientes, entre los cuales Pradera no se encontraba. Los descendientes de los vencidos tenemos un conocimiento y una memoria muy distinta a la de los vencedores. Y queremos que se conozca y que se denuncie lo ocurrido, pues es nuestro deseo que el régimen democrático actual sea continuador y heredero de aquel que España tuvo y por el cual lucharon nuestros padres, ya que estamos orgullosos de lo que nuestros padres hicieron y exigimos al Estado español que lo reconozca y los honre, lo cual no se ha estado haciendo. Es más, creemos que el Estado democrático español no debe considerarse una síntesis de dos sensibilidades, una heredera de la dictadura y la otra mitad heredera de la República. Este sentido de la equidistancia moral y política de lo que erróneamente se llaman los dos bandos (postura promovida por los vencedores y por sus descendientes), no puede ser aceptada en un estado democrático. Éste, para sostener y reproducir una cultura democrática, necesita condenar la dictadura y reconocer el carácter democrático de la República. El franquismo no puede tener ningún reconocimiento en España como propone otro vencedor, Gregorio Marañon, en su artículo en El País “La insobornable verdad” (28.06.10). Sería impensable que en Alemania, que padeció un régimen nazi (semejante al régimen fascista español), un periódico publicara un artículo que defendiera el reconocimiento moral y político de aquellos que impusieron el nazismo.
En realidad, esta resistencia a conocer el pasado, está en parte explicada, no sólo por el enorme dominio que las derechas tuvieron en el proceso de transición de la dictadura a la democracia, sino también por la resistencia de los hijos de los vencedores a que se conozca lo que hicieron sus antecesores, bien por activa o por pasiva, colaborando con el odiado régimen. El miedo a molestar a los descendientes de los vencedores y la excesiva timidez en recuperar y, con ello, corregir la memoria histórica, es indigno del enorme sacrificio de aquellos que lucharon por la democracia y sufrieron por ello. Es vergonzoso, por ejemplo, que la sede del gobierno socialista español, La Moncloa, defina en su web al dictador Franco sólo como político y militar sin nunca citar su componente golpista y dictatorial.
Las consecuencias de una transición inmodélica
La transición, claramente inmodélica -pues dio lugar a una democracia muy incompleta, con gran dominio de las fuerzas conservadoras en los aparatos del estado- dio pie a un abanico electoral claramente sesgado a la derecha. Los partidos homologables a la derecha española en la Unión Europea, no son los partidos de derecha sino los de ultraderecha. Ejemplos de ello hay muchos. Uno de los más recientes es la respuesta de las derechas al caso del Juez Baltasar Garzón (llevado al Tribunal Supremo por el partido fascista) por su intento de enjuiciamiento al fascismo. El público español debe saber que la gran mayoría de medios informativos de derechas en Europa condenaron aquel enjuiciamiento. No así en España. Tanto las derechas españolas (los dirigentes del PP) como las catalanas, Artur Mas, dirigente de CiU y Juan José López Burniol (autor muy promocionado por la televisión pública catalana, TV3) se opusieron a ello. En realidad este último ha escrito varios artículos en El Periódico y, más recientemente, en La Vanguardia (“Razón moral y razón política”, 19.06.10), en el que sostiene que lo que él denomina ambos bandos tenían igual derecho moral y político, defendiendo así a los golpistas de 1936, con el argumento de que eran buenas personas y creían que luchaban por España. Tal argumento, con su relativismo moral, justifica toda serie de atrocidades pues raramente el que las realiza tiene conciencia que haga algo mal. Incluso Hitler y Franco, dos de los asesinos mayores que ha tenido Europa, creían que salvaban su país. Bajo este criterio, que a una persona se la juzgue viene determinado por sus propias intenciones o valores, independientemente del contexto donde se realizan sus acciones.
Esta equidistancia aparece también en Joaquín Leguina en un artículo en el que, partiendo de que muchos fascistas eran buenas personas y muchos republicanos eran asesinos, concluye que los dos bandos eran responsables o, como dijo Pérez-Reverte, todos “somos hijos de puta”, insulto gratuito a todos los que lucharon por la democracia, justificando tal insulto por la existencia de comportamientos censurables también en el lado republicano, ignorando que, mientras la represión era política de estado en la dictadura, no lo fue en el lado de la República. Según el criterio de equidistancia, sostenido por tales autores (todos ellos descendientes de vencedores) tampoco hubo ni buenos ni malos en la II Guerra Mundial, pues los aliados bombardearon Dresden destruyendo toda una ciudad alemana. Este relativismo lleva a una parálisis moral y política.
No pueden evaluarse las atrocidades, sin embargo, sin ver el contexto en el que ocurren. De ahí que no todos los muertos sean iguales. Los curas y monjas asesinados, por ejemplo, eran parte de una institución beligerante en la Guerra, pues la Iglesia clamaba por un golpe militar antes de que éste tuviese lugar y la población era conocedora de tal provocación. Es comprensible, pues, que las clases populares odiaran a la Iglesia (hecho que la Iglesia, en su arrogancia, nunca se ha preguntado el porqué la odiaban). Decir esto no es justificar la expresión de tal odio, sino entenderlo. El hecho de que los curas y las monjas fueran buenas personas (es decir que seguían las pautas del comportamiento convencional) no las convirtió en inocentes. En realidad, en mi juventud conocí a muchos fascistas que eran también muy buenas personas, iban a misa, amaban a sus familias, ayudaban a sus vecinos pero que cuando veían sus intereses en peligro, colaboraban con la policía, que asesinaba, torturaba y exiliaba a aquellos que amenazaban sus intereses, lo cual ocurría con pleno conocimiento y aprobación de los fascistas buenas personas. En realidad, la perfecta novela o película antifascista todavía no se ha hecho. Tal novela tendría que explicar la vida de esta buena gente de la que habla Burniol, que cuando veían sus intereses en peligro apoyaron las crueldades más duras que los seres humanos han visto ocurrir en España.
La mal llamada reconciliación
Una última nota. No es cierto que la transición se basara en una reconciliación. El hecho de que el joven republicano no apretase el gatillo que hubiera matado a Sánchez Mazas, en la novela de Javier Cercas, ha sido interpretado por muchos autores (como Santos Juliá) como el inicio de la reconciliación. No sé cuál es el intento de su autor, Javier Cercas (también hijo de vencedores). Pero me parece absurda tal observación. Aquel joven republicano tendría que haber apretado el gatillo, pues era una guerra contra el fascismo (el cual mató a miles y miles de demócratas) y Sánchez Mazas fue su ideólogo. Millones de hijos de vencidos no se han reconciliado con los vencedores. ¿Cómo puede la hija de un alcalde republicano asesinado por la Falange, cuyo cuerpo está enterrado en un lugar todavía desconocido, reconciliarse con el miembro del Tribunal Supremo que todavía defiende el golpe militar, o con el Sr. Burniol que indica que los golpistas merecen tanto respeto como su padre, el republicano enterrado?
El aceptar que el conflicto civil se lleve a cabo no mediante el conflicto armado, sino a través de unas reglas (sesgadas en el caso español para favorecer a las derechas), como ocurrió en la transición, no quiere decir que hubiera reconciliación, por mucho que líderes de izquierda lo afirmaran durante la transición. Creerse esto es como creerse que la petición de Amnistía por parte de la población movilizada contra la dictadura incluía la petición de perdón a los asesinos, como algunos, incluyendo a Burniol, asumen. Si a una persona le roban su casa sin nunca recuperarla, no se le puede pedir que se reconcilie con el ladrón que continúa viviendo en su propiedad. Esto es lo que ha ocurrido en España. Ponga vencedor en lugar de ladrón y esto es lo que ha estado ocurriendo- los vencedores robaron la memoria histórica, haciendo de la suya, la historia de España. Y ahora se oponen a que se recupere la memoria de los vencidos que fueron los únicos que defendieron la democracia.
En la transición no hubo reconciliación. Hubo un acuerdo de no resolver el conflicto, que continúa existiendo, por vía de las armas. Se decidió hacerlo por reglas que intentaron ser democráticas, en un estado en que las derechas continuaron enraizadas en el aparato del Estado y en el que la competitividad política está sesgada para discriminar a las izquierdas, y ello como consecuencia de la debilidad de las fuerzas democráticas en aquel momento de la Transición. Ni que decir tiene que es más que probable que, considerando la correlación de fuerzas dentro del Estado en aquel periodo 1975-1978, no había otra alternativa. No es pues mi propósito denunciar aquel proceso. Lo que sí creo, sin embargo, es que fue un gran error de las izquierdas definir aquel proceso como modélico, pues el término implica que la democracia que determinó fuera también modélica o que los instrumentos y reglas que la Transición produjo permitan alcanzar tal democracia modélica, lo cual es fácil de mostrar que no es cierto. Es comprensible que las derechas lo definan como modélica. Pero las izquierdas no pueden ni deben considerarla como modélica pues ello implicaría renunciar a conseguir la democracia homologable a la existente en la mayoría de la Unión Europea, que el pueblo español se merece, sin frenos y cortapisas. Y ahí soy optimista. En la medida que el tiempo pasa, las nuevas generaciones no aceptarán este desequilibrio existente en el Estado español. Y las derechas son conscientes de ello. De ahí la enorme resistencia de los vencedores a impedir que se conozca la realidad de lo que pasó en España.
Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 5 de julio de 2010
Este artículo cuestiona varios de los supuestos que sostienen la imagen de la Transición como modélica. Señala que la oposición a recuperar la memoria histórica se debe al enorme dominio que los vencedores del conflicto civil (1936-1939) y sus descendientes (independientemente del color político en que se encuentren) tienen sobre los aparatos del estado, que promueven la percepción de equidistancia en el desarrollo de atrocidades supuestamente realizadas por ambos bandos. Han sido los vencedores y sus descendientes que han querido promover la imagen de que la Transición fue modélica, basada –según ellos- en la reconciliación. El artículo concluye que millones de vencidos y sus descendientes no se han reconciliado con los vencedores y sus descendientes, la mayoría de los cuales no han admitido la responsabilidad de sus antecesores en los horrores de aquel régimen fascista.
No existe pleno conocimiento en grandes sectores de la población española de las atrocidades cometidas por el golpe militar del 1936 y la dictadura que estableció. Sólo los vencidos y sus descendientes conocieron en carne propia los fusilamientos, los encarcelamientos, las torturas, el exilio y sobre todo, la constante humillación con la que el régimen establecido por el golpe militar de 1936 intentó la destrucción psicológica del bando vencido, presentándolo como un bando antiespañol, criminal y asesino, perteneciente a una raza y/o cultura inferior (ver mi artículo El racismo del nacional-catolicismo, Público, 14.01.10). Y lo que es incluso más doloroso es que los vencidos no podían defenderse ni siquiera frente a sus hijos, pues hablar con ellos y transmitirles este conocimiento era ponerlos en peligro. Los vencidos y sus descendientes sufrieron una humillación y un terror constante que nunca experimentaron los hijos de los vencedores. Y la expresión más clara de ello es lo que ha ocurrido con las más de 150.000 personas asesinadas (cuyos cuerpos han desaparecido) y sus familiares. Hasta hace poco estaban prácticamente olvidados y abandonados, treinta y dos años después de haber terminado la dictadura.
Tales horribles experiencias no las conocen los descendientes de los vencedores. A esto me referí cuando, en un artículo reciente, critiqué a Javier Pradera, columnista de El Pais, por su animosidad hacia el intento del Juez Baltasar Garzón de llevar a los tribunales a los asesinos implicados en aquel régimen (animosidad expresada con gran cantidad de insultos hacia los que criticaban tal enjuiciamiento) (ver mi artículo Javier Pradera, la amnistía y la transición, El Plural, 17.05.10). Definí a Javier Pradera como “hijo de vencedores”, lo cual, no significaba (como se malinterpretó en algunas notas que recibí) que cuestionara su compromiso democrático (expresado en su pertenencia durante su juventud a la resistencia hacia la dictadura), sino que señalaba la falta de conocimiento que Pradera tuvo de lo que fue aquella dictadura, experiencia sentida sólo por los vencidos y sus descendientes, entre los cuales Pradera no se encontraba. Los descendientes de los vencidos tenemos un conocimiento y una memoria muy distinta a la de los vencedores. Y queremos que se conozca y que se denuncie lo ocurrido, pues es nuestro deseo que el régimen democrático actual sea continuador y heredero de aquel que España tuvo y por el cual lucharon nuestros padres, ya que estamos orgullosos de lo que nuestros padres hicieron y exigimos al Estado español que lo reconozca y los honre, lo cual no se ha estado haciendo. Es más, creemos que el Estado democrático español no debe considerarse una síntesis de dos sensibilidades, una heredera de la dictadura y la otra mitad heredera de la República. Este sentido de la equidistancia moral y política de lo que erróneamente se llaman los dos bandos (postura promovida por los vencedores y por sus descendientes), no puede ser aceptada en un estado democrático. Éste, para sostener y reproducir una cultura democrática, necesita condenar la dictadura y reconocer el carácter democrático de la República. El franquismo no puede tener ningún reconocimiento en España como propone otro vencedor, Gregorio Marañon, en su artículo en El País “La insobornable verdad” (28.06.10). Sería impensable que en Alemania, que padeció un régimen nazi (semejante al régimen fascista español), un periódico publicara un artículo que defendiera el reconocimiento moral y político de aquellos que impusieron el nazismo.
En realidad, esta resistencia a conocer el pasado, está en parte explicada, no sólo por el enorme dominio que las derechas tuvieron en el proceso de transición de la dictadura a la democracia, sino también por la resistencia de los hijos de los vencedores a que se conozca lo que hicieron sus antecesores, bien por activa o por pasiva, colaborando con el odiado régimen. El miedo a molestar a los descendientes de los vencedores y la excesiva timidez en recuperar y, con ello, corregir la memoria histórica, es indigno del enorme sacrificio de aquellos que lucharon por la democracia y sufrieron por ello. Es vergonzoso, por ejemplo, que la sede del gobierno socialista español, La Moncloa, defina en su web al dictador Franco sólo como político y militar sin nunca citar su componente golpista y dictatorial.
Las consecuencias de una transición inmodélica
La transición, claramente inmodélica -pues dio lugar a una democracia muy incompleta, con gran dominio de las fuerzas conservadoras en los aparatos del estado- dio pie a un abanico electoral claramente sesgado a la derecha. Los partidos homologables a la derecha española en la Unión Europea, no son los partidos de derecha sino los de ultraderecha. Ejemplos de ello hay muchos. Uno de los más recientes es la respuesta de las derechas al caso del Juez Baltasar Garzón (llevado al Tribunal Supremo por el partido fascista) por su intento de enjuiciamiento al fascismo. El público español debe saber que la gran mayoría de medios informativos de derechas en Europa condenaron aquel enjuiciamiento. No así en España. Tanto las derechas españolas (los dirigentes del PP) como las catalanas, Artur Mas, dirigente de CiU y Juan José López Burniol (autor muy promocionado por la televisión pública catalana, TV3) se opusieron a ello. En realidad este último ha escrito varios artículos en El Periódico y, más recientemente, en La Vanguardia (“Razón moral y razón política”, 19.06.10), en el que sostiene que lo que él denomina ambos bandos tenían igual derecho moral y político, defendiendo así a los golpistas de 1936, con el argumento de que eran buenas personas y creían que luchaban por España. Tal argumento, con su relativismo moral, justifica toda serie de atrocidades pues raramente el que las realiza tiene conciencia que haga algo mal. Incluso Hitler y Franco, dos de los asesinos mayores que ha tenido Europa, creían que salvaban su país. Bajo este criterio, que a una persona se la juzgue viene determinado por sus propias intenciones o valores, independientemente del contexto donde se realizan sus acciones.
Esta equidistancia aparece también en Joaquín Leguina en un artículo en el que, partiendo de que muchos fascistas eran buenas personas y muchos republicanos eran asesinos, concluye que los dos bandos eran responsables o, como dijo Pérez-Reverte, todos “somos hijos de puta”, insulto gratuito a todos los que lucharon por la democracia, justificando tal insulto por la existencia de comportamientos censurables también en el lado republicano, ignorando que, mientras la represión era política de estado en la dictadura, no lo fue en el lado de la República. Según el criterio de equidistancia, sostenido por tales autores (todos ellos descendientes de vencedores) tampoco hubo ni buenos ni malos en la II Guerra Mundial, pues los aliados bombardearon Dresden destruyendo toda una ciudad alemana. Este relativismo lleva a una parálisis moral y política.
No pueden evaluarse las atrocidades, sin embargo, sin ver el contexto en el que ocurren. De ahí que no todos los muertos sean iguales. Los curas y monjas asesinados, por ejemplo, eran parte de una institución beligerante en la Guerra, pues la Iglesia clamaba por un golpe militar antes de que éste tuviese lugar y la población era conocedora de tal provocación. Es comprensible, pues, que las clases populares odiaran a la Iglesia (hecho que la Iglesia, en su arrogancia, nunca se ha preguntado el porqué la odiaban). Decir esto no es justificar la expresión de tal odio, sino entenderlo. El hecho de que los curas y las monjas fueran buenas personas (es decir que seguían las pautas del comportamiento convencional) no las convirtió en inocentes. En realidad, en mi juventud conocí a muchos fascistas que eran también muy buenas personas, iban a misa, amaban a sus familias, ayudaban a sus vecinos pero que cuando veían sus intereses en peligro, colaboraban con la policía, que asesinaba, torturaba y exiliaba a aquellos que amenazaban sus intereses, lo cual ocurría con pleno conocimiento y aprobación de los fascistas buenas personas. En realidad, la perfecta novela o película antifascista todavía no se ha hecho. Tal novela tendría que explicar la vida de esta buena gente de la que habla Burniol, que cuando veían sus intereses en peligro apoyaron las crueldades más duras que los seres humanos han visto ocurrir en España.
La mal llamada reconciliación
Una última nota. No es cierto que la transición se basara en una reconciliación. El hecho de que el joven republicano no apretase el gatillo que hubiera matado a Sánchez Mazas, en la novela de Javier Cercas, ha sido interpretado por muchos autores (como Santos Juliá) como el inicio de la reconciliación. No sé cuál es el intento de su autor, Javier Cercas (también hijo de vencedores). Pero me parece absurda tal observación. Aquel joven republicano tendría que haber apretado el gatillo, pues era una guerra contra el fascismo (el cual mató a miles y miles de demócratas) y Sánchez Mazas fue su ideólogo. Millones de hijos de vencidos no se han reconciliado con los vencedores. ¿Cómo puede la hija de un alcalde republicano asesinado por la Falange, cuyo cuerpo está enterrado en un lugar todavía desconocido, reconciliarse con el miembro del Tribunal Supremo que todavía defiende el golpe militar, o con el Sr. Burniol que indica que los golpistas merecen tanto respeto como su padre, el republicano enterrado?
El aceptar que el conflicto civil se lleve a cabo no mediante el conflicto armado, sino a través de unas reglas (sesgadas en el caso español para favorecer a las derechas), como ocurrió en la transición, no quiere decir que hubiera reconciliación, por mucho que líderes de izquierda lo afirmaran durante la transición. Creerse esto es como creerse que la petición de Amnistía por parte de la población movilizada contra la dictadura incluía la petición de perdón a los asesinos, como algunos, incluyendo a Burniol, asumen. Si a una persona le roban su casa sin nunca recuperarla, no se le puede pedir que se reconcilie con el ladrón que continúa viviendo en su propiedad. Esto es lo que ha ocurrido en España. Ponga vencedor en lugar de ladrón y esto es lo que ha estado ocurriendo- los vencedores robaron la memoria histórica, haciendo de la suya, la historia de España. Y ahora se oponen a que se recupere la memoria de los vencidos que fueron los únicos que defendieron la democracia.
En la transición no hubo reconciliación. Hubo un acuerdo de no resolver el conflicto, que continúa existiendo, por vía de las armas. Se decidió hacerlo por reglas que intentaron ser democráticas, en un estado en que las derechas continuaron enraizadas en el aparato del Estado y en el que la competitividad política está sesgada para discriminar a las izquierdas, y ello como consecuencia de la debilidad de las fuerzas democráticas en aquel momento de la Transición. Ni que decir tiene que es más que probable que, considerando la correlación de fuerzas dentro del Estado en aquel periodo 1975-1978, no había otra alternativa. No es pues mi propósito denunciar aquel proceso. Lo que sí creo, sin embargo, es que fue un gran error de las izquierdas definir aquel proceso como modélico, pues el término implica que la democracia que determinó fuera también modélica o que los instrumentos y reglas que la Transición produjo permitan alcanzar tal democracia modélica, lo cual es fácil de mostrar que no es cierto. Es comprensible que las derechas lo definan como modélica. Pero las izquierdas no pueden ni deben considerarla como modélica pues ello implicaría renunciar a conseguir la democracia homologable a la existente en la mayoría de la Unión Europea, que el pueblo español se merece, sin frenos y cortapisas. Y ahí soy optimista. En la medida que el tiempo pasa, las nuevas generaciones no aceptarán este desequilibrio existente en el Estado español. Y las derechas son conscientes de ello. De ahí la enorme resistencia de los vencedores a impedir que se conozca la realidad de lo que pasó en España.
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lunes, junio 21, 2010
Jubilaciones: Argibay dijo que la ANSeS “paga mal” y que eso alimenta juicios
Por Lucio Fernández Moores Publicado en Clarin 21/06/10
Atribuyó a ese ente la “sobrecarga” que hay en los Tribunales por exceso de causas.
La jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay responsabilizó a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS) por la sobrecarga de los tribunales previsionales a raíz de una mala liquidación de las jubilaciones. “El problema es que la ANSeS paga mal . Entonces todos empiezan a hablar de la industria del juicio, que todos quieren llegar a la Corte Suprema.
Nos llegan las causas porque están mal calculados los haberes . Las jubilaciones están mal hechas”, dijo ayer Argibay a Radio América.
La magistrada exhortó a la ANSeS a ponerse en línea con el “fallo Badaro”. En ese caso, el máximo tribunal dispuso en noviembre de 2007 aumentar un 88,6% el haber de un jubilado (Adolfo Badaro) para compensar la ausencia de ajustes en el período 2002-2006.
La pauta quedó establecida para todos los jubilados, pero para ello éstos deben reclamarlo a través de juicios individuales. Hoy hay cerca de 362 mil juicios de este tipo en los tribunales de la Seguridad Social, que están saturados. Lo que Argibay explicó justamente es que si la ANSeS adecuara sus liquidaciones a la pauta dispuesta por el máximo tribunal hace dos años y medio, no habría tantos juicios como hay en la actualidad.
“La ANSeS no paga lo que debe , incluso cuando hay sentencias que la obligan a pagar e insisten en no pagar y tratar de llegar a la Corte. Entonces es siempre la misma historia”, insistió la magistrada.
“Si el Estado paga mal, después tiene que pagar mucho más porque va a pagar con multas , pero encima sobrecarga los tribunales. Entonces, por eso el primer pedido es ‘creen más tribunales’ y es un gasto para el Estado”, respondió la jueza cuando le preguntaron por los reclamos de los jueces de la Seguridad Social que piden más juzgados y una sala más en la Cámara de Apelaciones de ese fuero.
De acuerdo con Argibay, “la ANSeS debiera entender de una vez por todas que si pagan bien se ahorran un montón de juicios”. Para la magistrada “no es tan difícil” hacer el cálculo de la forma en que “tienen que irse pagando los porcentajes de ajuste” en base a lo establecido por la Corte en el “fallo Badaro”.
“Casi que es un programa de computadora”, sostuvo, y se preguntó: “Entonces, cuando siguen haciendo mal los cálculos, ¿qué tiene que pensar uno? ¿Que les encanta estar en juicio? No lo entiendo”, se sinceró.
Argibay admitió que “los procesos judiciales son lentos” y que incluso algunos jubilados mueren antes de tener una sentencia judicial . En ese sentido, destacó que el orden de prioridades de los miles de casos que llegan al máximo tribunal no es por llegada sino por las edades de quienes reclaman.
Según publicó Clarín la semana pasada, en la Cámara Federal de la Seguridad Social porteña había 239.017 expedientes al 31 de marzo. En los 60 juzgados de este fuero establecidos en las provincias las causas llegaban -hasta diciembre del año pasado- a 93.063. Y siguen creciendo a razón de 2.400 causas por semana.
Este cúmulo de causas es lo que lleva a que los juicios demoren por años, según dicen en Tribunales. Para Argibay sería más simple si el organismo conducido por Diego Bossio liquida las jubilaciones de acuerdo con los parámetros establecidos en el caso Badaro.
Atribuyó a ese ente la “sobrecarga” que hay en los Tribunales por exceso de causas.
La jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay responsabilizó a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS) por la sobrecarga de los tribunales previsionales a raíz de una mala liquidación de las jubilaciones. “El problema es que la ANSeS paga mal . Entonces todos empiezan a hablar de la industria del juicio, que todos quieren llegar a la Corte Suprema.
Nos llegan las causas porque están mal calculados los haberes . Las jubilaciones están mal hechas”, dijo ayer Argibay a Radio América.
La magistrada exhortó a la ANSeS a ponerse en línea con el “fallo Badaro”. En ese caso, el máximo tribunal dispuso en noviembre de 2007 aumentar un 88,6% el haber de un jubilado (Adolfo Badaro) para compensar la ausencia de ajustes en el período 2002-2006.
La pauta quedó establecida para todos los jubilados, pero para ello éstos deben reclamarlo a través de juicios individuales. Hoy hay cerca de 362 mil juicios de este tipo en los tribunales de la Seguridad Social, que están saturados. Lo que Argibay explicó justamente es que si la ANSeS adecuara sus liquidaciones a la pauta dispuesta por el máximo tribunal hace dos años y medio, no habría tantos juicios como hay en la actualidad.
“La ANSeS no paga lo que debe , incluso cuando hay sentencias que la obligan a pagar e insisten en no pagar y tratar de llegar a la Corte. Entonces es siempre la misma historia”, insistió la magistrada.
“Si el Estado paga mal, después tiene que pagar mucho más porque va a pagar con multas , pero encima sobrecarga los tribunales. Entonces, por eso el primer pedido es ‘creen más tribunales’ y es un gasto para el Estado”, respondió la jueza cuando le preguntaron por los reclamos de los jueces de la Seguridad Social que piden más juzgados y una sala más en la Cámara de Apelaciones de ese fuero.
De acuerdo con Argibay, “la ANSeS debiera entender de una vez por todas que si pagan bien se ahorran un montón de juicios”. Para la magistrada “no es tan difícil” hacer el cálculo de la forma en que “tienen que irse pagando los porcentajes de ajuste” en base a lo establecido por la Corte en el “fallo Badaro”.
“Casi que es un programa de computadora”, sostuvo, y se preguntó: “Entonces, cuando siguen haciendo mal los cálculos, ¿qué tiene que pensar uno? ¿Que les encanta estar en juicio? No lo entiendo”, se sinceró.
Argibay admitió que “los procesos judiciales son lentos” y que incluso algunos jubilados mueren antes de tener una sentencia judicial . En ese sentido, destacó que el orden de prioridades de los miles de casos que llegan al máximo tribunal no es por llegada sino por las edades de quienes reclaman.
Según publicó Clarín la semana pasada, en la Cámara Federal de la Seguridad Social porteña había 239.017 expedientes al 31 de marzo. En los 60 juzgados de este fuero establecidos en las provincias las causas llegaban -hasta diciembre del año pasado- a 93.063. Y siguen creciendo a razón de 2.400 causas por semana.
Este cúmulo de causas es lo que lleva a que los juicios demoren por años, según dicen en Tribunales. Para Argibay sería más simple si el organismo conducido por Diego Bossio liquida las jubilaciones de acuerdo con los parámetros establecidos en el caso Badaro.
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sábado, junio 12, 2010
“La píldora del día después debe ser algo para todas”
CARMEN ARGIBAY A FAVOR DE LA PILDORA.
12/06/10 PorSibila Camps Publicado en Clarin 12 de junio de2010
Cármen Argibay La píldora del día después tiene que estar al alcance de todas las mujeres”, reclamó la ministra de la Corte Suprema Carmen Argibay. Fue en el marco del Encuentro Internacional sobre Violencia de Género, organizado por la Defensoría General de la Nación, que concluyó ayer en la Facultad de Derecho.
Notables especialistas de la Argentina y de otros países –entre ellas, la socióloga estadounidense Saskia Sassen– participaron en esta iniciativa de la defensora general Stella Maris Martínez.
La problemática de la violencia de género fue abordada desde diversos ángulos. Al abrir el panel sobre “Acceso a los derechos sexuales y reproductivos”, la doctora Argibay cuestionó duramente un fallo de 2002 de la Corte (con otra integración) que, a pedido del hogar católico Portal de Belén, prohibió una marca de anticonceptivo oral de emergencia. Tras dar una explicación científica, la ministra resumió: “Con estas pastillas no puede haber fecundación, por lo tanto no puede haber aborto”.
“En América Latina se calcula que entre el 20 y el 40% de los embarazos no son deseados, y de la mortalidad de las mujeres, el 21% es por abortos clandestinos –subrayó–; casi siempre mujeres jóvenes, ignorantes y pobres, que no tienen plata y van a lugares donde pueden encontrar la muerte”.
“La negación de los derechos reproductivos es violencia contra las mujeres”, interpretó Nelly Minyersky, profesora consulta de la Facultad de Derecho de la UBA. En ese marco, la investigadora Mariana Romero (CEDES-Conicet) analizó las violaciones más frecuentes a estas leyes: la negación a estar acompañada durante el parto, la negación de la ligadura de trompas y a la colocación del DIU, y la negación del aborto en los casos no punibles. En ese sentido señaló que “la intervención innecesaria de la justicia no ha contribuido para esclarecer al equipo de salud”.
Daphne Gilbert, profesora de Derecho en la Universidad de Ottawa, relató cómo se llegó a que el aborto no sea ilegal en Canadá; no obstante, los criterios difieren entre las provincias. “El número de hospitales que lo hacen va disminuyendo, y el procedimiento no se enseña en la currícula. En Ottawa, con un millón de habitantes, a veces la espera llega a 6 semanas –contó–. El activismo antiaborto tiene estrategias comunes con otros países”.
12/06/10 PorSibila Camps Publicado en Clarin 12 de junio de2010
Cármen Argibay La píldora del día después tiene que estar al alcance de todas las mujeres”, reclamó la ministra de la Corte Suprema Carmen Argibay. Fue en el marco del Encuentro Internacional sobre Violencia de Género, organizado por la Defensoría General de la Nación, que concluyó ayer en la Facultad de Derecho.
Notables especialistas de la Argentina y de otros países –entre ellas, la socióloga estadounidense Saskia Sassen– participaron en esta iniciativa de la defensora general Stella Maris Martínez.
La problemática de la violencia de género fue abordada desde diversos ángulos. Al abrir el panel sobre “Acceso a los derechos sexuales y reproductivos”, la doctora Argibay cuestionó duramente un fallo de 2002 de la Corte (con otra integración) que, a pedido del hogar católico Portal de Belén, prohibió una marca de anticonceptivo oral de emergencia. Tras dar una explicación científica, la ministra resumió: “Con estas pastillas no puede haber fecundación, por lo tanto no puede haber aborto”.
“En América Latina se calcula que entre el 20 y el 40% de los embarazos no son deseados, y de la mortalidad de las mujeres, el 21% es por abortos clandestinos –subrayó–; casi siempre mujeres jóvenes, ignorantes y pobres, que no tienen plata y van a lugares donde pueden encontrar la muerte”.
“La negación de los derechos reproductivos es violencia contra las mujeres”, interpretó Nelly Minyersky, profesora consulta de la Facultad de Derecho de la UBA. En ese marco, la investigadora Mariana Romero (CEDES-Conicet) analizó las violaciones más frecuentes a estas leyes: la negación a estar acompañada durante el parto, la negación de la ligadura de trompas y a la colocación del DIU, y la negación del aborto en los casos no punibles. En ese sentido señaló que “la intervención innecesaria de la justicia no ha contribuido para esclarecer al equipo de salud”.
Daphne Gilbert, profesora de Derecho en la Universidad de Ottawa, relató cómo se llegó a que el aborto no sea ilegal en Canadá; no obstante, los criterios difieren entre las provincias. “El número de hospitales que lo hacen va disminuyendo, y el procedimiento no se enseña en la currícula. En Ottawa, con un millón de habitantes, a veces la espera llega a 6 semanas –contó–. El activismo antiaborto tiene estrategias comunes con otros países”.
sábado, junio 05, 2010
10 claves para entender la causa de los "Hijos" de Ernestina Herrera de Noble
30 / 05 / 10
La Justicia avanza, finalmente, en la causa de los herederos del Grupo Clarín. Claves del caso que esta acorralando al monopolio Clarín. Una causa que lleva 11 años en la Justicia. La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar a los chicos apropiados durante la sangrienta dictadura argentina.
1 La causa se inició en 1999 con la presentación de dos familias de desaparecidos que reclaman la filiación de los hijos adoptivos de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Las familias son Gualdero-García y Miranda-Lanouscou. La primera reclama por la identidad de Felipe y la segunda por la de Marcela.
2 En 2007, por resolución judicial, se aceptó en la causa a las Abuelas de Plaza de Mayo como querellantes, en representación de las demás familias de desaparecidos que tuvieron hijos en cautiverio en 1976 y que también quieren saber si los hijos adoptivos de la dueña de Clarín pueden ser hijos suyos.
3 La adulteración de los expedientes de adopción y la fecha en que fueron adoptados Marcela y Felipe (entre mayo y junio de 1976) son los dos elementos que abren la sospecha de que los hijos de la dueña de Clarín podrían ser hijos de desaparecidos.
4 La causa se inició con el juez federal Roberto Marquevich quien, el 17 de diciembre de 2002, ordenó la detención de Ernestina Herrera de Noble por el delito de falsedad ideológica de documento público. Marquevich fue destituido por mal desempeño a causa de esa detención y la empresaria fue liberada.
5 El expediente pasó a manos de Conrado Bergesio, a cargo del juzgado federal Nº2 de San Isidro. Este juez tuvo la causa hasta el 29 de abril de este año. Fue removido por la Cámara Federal de San Martín, a pedido de la fiscal federal Rita Molina, quien consideró que Bergesio había dilatado innecesariamente la instrucción. La causa pasó a manos de Sandra Arroyo Salgado, titular del juzgado federal Nº1 de San Isidro.
6 Hace falta un análisis de histocompatibilidad entre el material genético de Marcela y Felipe y las 500 muestras de familiares de desaparecidos que se encuentran a resguardo en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Por ley, el análisis debe hacerse allí.
7 Marcela y Felipe Noble Herrera se sacaron sangre voluntariamente en el Cuerpo Médico Forense, que depende del Poder Judicial. Lo hicieron con la condición de que ese material sólo se cotejara con las dos familias reclamantes y que la pericia tuviera lugar allí, ya que consideran que el BNDG, al pertenecer al Poder Ejecutivo, no les ofrece garantías. Al día siguiente, el juez Bergesio realizó dos allanamientos en los domicilios de los jóvenes e incautó prendas íntimas.
8 Ayer, la jueza Arroyo Salgado ordenó otro allanamiento, esta vez en la casa de la madre, y le quitó medias y prendas íntimas a los jóvenes. Todo, junto con las muestras de sangre, irán al BNDG para que se realice la pericia.
9 Es legal que un juez incaute objetos íntimos para obtener ADN desde que se modificó, a fines de 2009, el artículo 218 bis del Código Penal. Se establece este mecanismo para el caso en que las presuntas víctimas no quieran sacarse sangre voluntariamente.
10 Es un método alternativo que se acepta para este tipo de casos, porque lo que se investiga es un presunto delito de lesa humanidad, la apropiación de menores y supresión de estado civil.
La Justicia avanza, finalmente, en la causa de los herederos del Grupo Clarín. Claves del caso que esta acorralando al monopolio Clarín. Una causa que lleva 11 años en la Justicia. La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar a los chicos apropiados durante la sangrienta dictadura argentina.
1 La causa se inició en 1999 con la presentación de dos familias de desaparecidos que reclaman la filiación de los hijos adoptivos de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Las familias son Gualdero-García y Miranda-Lanouscou. La primera reclama por la identidad de Felipe y la segunda por la de Marcela.
2 En 2007, por resolución judicial, se aceptó en la causa a las Abuelas de Plaza de Mayo como querellantes, en representación de las demás familias de desaparecidos que tuvieron hijos en cautiverio en 1976 y que también quieren saber si los hijos adoptivos de la dueña de Clarín pueden ser hijos suyos.
3 La adulteración de los expedientes de adopción y la fecha en que fueron adoptados Marcela y Felipe (entre mayo y junio de 1976) son los dos elementos que abren la sospecha de que los hijos de la dueña de Clarín podrían ser hijos de desaparecidos.
4 La causa se inició con el juez federal Roberto Marquevich quien, el 17 de diciembre de 2002, ordenó la detención de Ernestina Herrera de Noble por el delito de falsedad ideológica de documento público. Marquevich fue destituido por mal desempeño a causa de esa detención y la empresaria fue liberada.
5 El expediente pasó a manos de Conrado Bergesio, a cargo del juzgado federal Nº2 de San Isidro. Este juez tuvo la causa hasta el 29 de abril de este año. Fue removido por la Cámara Federal de San Martín, a pedido de la fiscal federal Rita Molina, quien consideró que Bergesio había dilatado innecesariamente la instrucción. La causa pasó a manos de Sandra Arroyo Salgado, titular del juzgado federal Nº1 de San Isidro.
6 Hace falta un análisis de histocompatibilidad entre el material genético de Marcela y Felipe y las 500 muestras de familiares de desaparecidos que se encuentran a resguardo en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Por ley, el análisis debe hacerse allí.
7 Marcela y Felipe Noble Herrera se sacaron sangre voluntariamente en el Cuerpo Médico Forense, que depende del Poder Judicial. Lo hicieron con la condición de que ese material sólo se cotejara con las dos familias reclamantes y que la pericia tuviera lugar allí, ya que consideran que el BNDG, al pertenecer al Poder Ejecutivo, no les ofrece garantías. Al día siguiente, el juez Bergesio realizó dos allanamientos en los domicilios de los jóvenes e incautó prendas íntimas.
8 Ayer, la jueza Arroyo Salgado ordenó otro allanamiento, esta vez en la casa de la madre, y le quitó medias y prendas íntimas a los jóvenes. Todo, junto con las muestras de sangre, irán al BNDG para que se realice la pericia.
9 Es legal que un juez incaute objetos íntimos para obtener ADN desde que se modificó, a fines de 2009, el artículo 218 bis del Código Penal. Se establece este mecanismo para el caso en que las presuntas víctimas no quieran sacarse sangre voluntariamente.
10 Es un método alternativo que se acepta para este tipo de casos, porque lo que se investiga es un presunto delito de lesa humanidad, la apropiación de menores y supresión de estado civil.
lunes, abril 19, 2010
ENTREVISTA INEDITA A FLOREAL FERRARA, MEDICO SANITARISTA RECIENTEMENTE FALLECIDO
“La salud es la solución del conflicto”
Una semana atrás murió el sanitarista Floreal Ferrara. Tenía 85 años y seguía trabajando. Ejerció la medicina social. Marcó el camino hacia un sistema de salud sostenido por la participación popular. Un poco peronista, un poco nacional, un poco socialista. Así lo explicaba en octubre de 2008.
Por Beatriz Blanco. Publicado en Pagina 12, 19 de abril de 2010
–¿Cuándo y por qué, siendo cardiólogo, hizo el giro hacia la medicina social? ¿Fue a partir del posgrado sobre Salud y Desarrollo Social organizado por la OEA? ¿Fue por su acercamiento al peronismo o simplemente porque es hijo de su época?
–Fui hijo de esa época, pero no se olvide de que mi viejo era anarquista. Lo veo todavía extendiéndome la mano y diciéndome “este es el primer libro que tenés que leer”. Se trataba de El hombre mediocre, de José Ingenieros. Yo tendría 14 años.
–¿Cómo era su paisaje infantil?
–Yo nací y me crié en Punta Alta, provincia de Buenos, hasta que me fui a estudiar a La Plata. Soy el mayor de tres hermanos. Tengo recuerdos formidables de aquellos tiempos. A la vuelta de mi casa había una oficina de aguas, Aguas Corrientes. Era una oficina británica, era del imperio. Y con mis amigos, tendría 10 a 11 años, decidimos quemar la bandera británica que estaba allí, porque no había bandera argentina. Nos dio fastidio. Y la quemamos. El gerente de ese lugar nos detuvo, llamó a la Base Naval Punta Alta. Vino alguno de la Base Naval y nos metieron en cana. No duró mucho la cana. Fueron nuestras madres a buscarnos y nos largaron con la recomendación de que no lo volviéramos a hacer. Mi madre no me reprendió porque entendió que era la consolidación del pensamiento de mi padre. Esto ocurría en 1934. Yo nací el 7 de junio de 1924.
–¿Qué recuerdos tiene de sus padres?
–Mi padre se llamaba Pedro, era yugoslavo, anarquista y dirigente sindical. Fue parte del grupo de carpinteros que construyó el dique seco, que todavía existe en Puerto Belgrano. Creó un sindicato anarquista de oficios varios. Porque no había gente suficiente para crear un sindicato de herreros, de carpinteros. Mi viejo tenía una cosa muy linda, que los domingos me sacaba a pasear. Yo ya era rengo, porque tuve la poliomielitis a los 11 meses. Los domingos me llevaba a pasear por Punta Alta y me hacía tocar las puertas que él había hecho. Las puertas del teatro Colón, del teatro Español. “Tocala –me decía–, mirá qué fina que está, no tiene una sola aspereza. ¡Mirá qué linda que es!” Mi madre era española y se llamaba Paulina García. Linda mina, fuerte.
–¿En qué año llega a estudiar medicina a La Plata?
–En 1943 y viví en una pensión de 2 y 50.
–A una cuadra de la cancha de Estudiantes. ¿De qué cuadro era hincha?
–Era hincha de Gimnasia, después pasé a ser hincha de Estudiantes. Pasados los años me resultaba muy difícil subir a la platea de Gimnasia con mi pata renga. En cambio en Estudiantes me podía sentar al lado del arco, en los primeros tablones. Iba con mi hijo Pedro, que ya era de Estudiantes. Yo de Gimnasia. Y de repente, un día vino un gol fenomenal y me encuentro abrazando a mi hijo. Y entonces pienso: ¡Ah, ya soy de Estudiantes!
–¿Cómo surgió la idea con Milcíades Peña de hacer aquella encuesta por muestreo sobre “Qué significa la salud mental para los argentinos” publicada en Actas de Neuropsiquiatría Argentina de 1959 que fue señera?
–Milcíades era un gran creador, un personaje. Uno de esos días en que nos encontrábamos en mi consultorio de la Clínica Charcot en La Plata, me dice: “¿Sabés lo que tendríamos que hacer? Un estudio a fondo de la clase media”. El quería demostrar que los médicos tenían un horizonte muy estrecho y yo también. El tema era que había que hacer la encuesta, no era cuestión de inventarla. En esos días yo me iba al Congreso Nacional de Cardiología que se hacía en Tucumán. Entonces Milcíades me dice: “Vos tomate el tren a Tucumán y encuestá a todos los tipos que suben al tren. Y yo me voy a Mendoza y entrevisto a toda la gente que sube a ese tren”. Cuando llegué a Tucumán ya había hecho trescientas encuestas. Lo mismo hizo Peña. ¿Qué fue lo importante de eso? Aplicamos los tests proyectivos del sociólogo Writght Mills. Lo presentamos en el Congreso Nacional de Psiquiatría.
–¿Cuál sería su definición de salud hoy?
–La salud es la solución del conflicto. No tiene nada que ver con esa definición como “completo estado de bienestar físico mental y social” que utilizábamos en aquellas épocas, surgida de los organismos internacionales de salud. Este concepto lo estudiamos epistemológicamente con Milcíades Peña, y nuestra definición se pelea con el estado de bienestar y el “estar bien”. Nuestra definición de salud es que el hombre y la mujer que resuelven conflictos están sanos. La salud es la lucha por resolver un conflicto antagónico que quiere evitar que alcancemos el óptimo vital para vivir en la construcción de nuestra felicidad. Y por otro lado, estoy convencido de que siempre que uno hable de salud, no hay perspectiva de otra salud que aquella que construye el Estado. No hay perspectiva de creer en la salud privada. La salud privada es un negocio mercantil para los ricos que la pueden pagar.
–¿Una experiencia notable en algún lugar del mundo?
–Sí, en Africa. “Usted tiene que conocer la Universidad de Kumasi, y va a ir con mi auto y con mi gente, y en ese camino usted va a comprender por qué la Universidad de Kumasi es muy distinta de la universidad de los ricos, que ya visitó”, me dijo Kwame Nkrumah, presidente de Ghana, en Accra, la capital, cuando fui invitado en el año 1962 a una reunión internacional de médicos que se llamaba “El mundo sin la bomba”. Cuando íbamos en el auto rumbo a esta universidad, el negro manejaba a 160 kilómetros por hora. Era dramático. Veo una picada y le digo al chofer: “Pare, pare, pare”. Había una muchacha con la Cruz Roja en el brazo, pero con los pechos al aire y una pequeña tanguita. Me bajo del auto y me dirijo hacia ella. Entonces la muchacha me explica: “Yo soy aquí la maestra, soy la médica, soy la enfermera. Soy enfermera recibida en Oxford, estoy con mi pueblo y he venido a servir a mi pueblo. Y usted está preocupado, porque lo veo que me mira con preocupación. Me mira con preocupación ¿por qué? Porque no tengo el guardapolvo blanco. Si me llego a poner el guardapolvo blanco aquí no queda un solo niño. Todos van creer que soy un fantasma”. Yo en ese entonces era profesor adjunto en la Universidad Nacional de La Plata de medicina preventiva. Y pensé: “¡Qué lección me ha dado!”.
–¿Por qué asegura que todos los campos de la atención son preventivos?
–Le voy a explicar por qué con ejemplos simples. En el primer nivel de atención hacemos promoción de la salud en niños de 0 a 5 años vigilando la alimentación, la higiene, las vacunas. De los 5 a los 15 años hacemos promoción de la salud con las vacunas. En el nivel secundario nos dedicamos a la recuperación de la salud: diagnóstico precoz, tratamiento oportuno para limitar el daño, previniendo situaciones peores. En el nivel terciario, por ejemplo, si la hipertensión lo llevó a hemiplejía, se puede hacer una readaptación y reeducación. Y luego se puede prevenir la muerte de otros estudiando los certificados de defunción de una población, que nos hablarán de la causa de su muerte. Por eso digo que toda la atención de la salud es preventiva.
–Decía recién que la salud necesita ser estatal.
–Necesita ser de la comunidad porque si no es de la comunidad, todos estos niveles de atención de los que le hablé serían muy difíciles de cumplir. Carrillo me contaba las diferencias que tenía con Eva, me decía que Eva estaba totalmente convencida de que los hospitales debían ser del pueblo y, por lo tanto, debía gobernarlos el pueblo. Y Carrillo se enojaba, decía que no estaba de acuerdo, que los hospitales eran responsabilidad del Estado y que debía gobernarlos el Estado. Se acaloraba y me apuraba: “¿Usted qué piensa?”. Y yo le decía que pensaba como Eva. “¿No ve? –contestaba Carrillo ofuscado–. Son todos revolucionarios... pero tienen razón”.
–¿Cómo vivió la dictadura de 1976?
–Yo tuve dos mujeres en mi vida. Dora Irma Roge, mi primera mujer, era una mina impresionante, enormemente culta, trabajadora del periodismo, cuidadosa de lo que era nuestra vida. Vivimos desde 1950 con Dora y mi hijo en La Granja, un pueblito cercano a La Plata, hasta que una patota policial me vino a buscar, no me encontró y destruyó mi casa y quemó mis libros en 1976, bajo la dictadura militar. Seis días después mi mujer murió por una crisis cardíaca. Y yo me muero con ella. Me refugié finalmente en Buenos Aires. Estuve tres años en negro, sin leer, sin escribir, sin hacer nada. Luego comienzo a leer de nuevo y me encuentro con esta muchacha. Esta muchacha espectacularmente amiga, compañera, enormemente cordial, afectuosa, me saca de eso y construimos un mundo nuevo. Ella me hizo renacer –dice refiriéndose a Elizabeth, quien acaba de acercar un vaso de agua fresca.
–¿Es decir que tuvo un hijo?
–Sí, Pedro, y además tengo una hija adoptiva y tres nietos adoptivos. Un bisnieto adoptivo y el 15 de noviembre nacerá mi primer nieto de sangre.
–¿En qué consistió el programa Atamdos? (Puesto en marcha en la provincia de Buenos Aires durante su gestión como ministro de Salud a fines de 1987).
–Atamdos quiere decir Atención Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud y comprende toda la atención de la salud, parte del primer nivel y se integra con el hospital de la zona. Los modelos preventivos de la salud se repiten en la atención primaria de la salud. El programa se desarrolló a lo largo de cuatro meses, que fue el tiempo que estuve a cargo de ese ministerio, en La Plata, Berisso, Ensenada, Florencio Varela, General Rosales, Patagones, Salto, Tandil, Tres Arroyos, Villarino y otras zonas del conurbano bonaerense. Pero no hay ningún lugar del país en que no se recuerde lo que significó, fuera de esa revolución sanitaria que produjo Ramón Carrillo.
–¿Cómo estaban formados los equipos?
–Cada Atamdos estaba formado por un equipo interdisciplinario: un médico, una enfermera, un psicólogo, una trabajadora social, un bioquímico y un odontólogo cada dos grupos. Ese grupo atendía 300 familias, en un área señalada por ellos. Ganaban lo que ganaba yo como ministro de Salud, creo que cinco mil pesos, pero había una responsabilidad, ninguno podía trabajar en otro lado, había retención de título. Hicimos aproximadamente novecientos nombramientos. Las trescientas familias de cada Atamdos eran quienes manejaban el presupuesto del equipo. Eran los que controlaban y dirigían, discutían y resolvían los problemas de salud en asamblea. La asamblea elegía el Consejo de Administración. Yo iba a las asambleas. En una de ésas me encuentro con un muchacho que dice: “Acá el único quilombo que tenemos es el tema de la basura, yo creo que la solución de esto es que hagamos un cajón muy grande, lo tapemos bien y tiremos ahí la basura y apretemos al intendente para que todos los días vengan a buscar la basura”. Se terminó el problema de la basura, lo había resuelto la comunidad. Esa es la salud que el país necesita. La salud está metida adentro de cada una de las cosas del mundo. Está metida adentro de cada una de las cosas sustanciales en las que están el hombre y la mujer y el amor directamente metido.
–¿Por qué razón se sigue recordando esta experiencia?
–Por la participación de la gente. Esto no quiere decir que yo disminuya la enorme significación de lo que hizo Carrillo sesenta años antes. El Atamdos fue un agregado fenomenal que rápidamente lo ahogaron, duró de fines de 1987 a abril de 1988.
–¿Quién o quiénes ahogaron la experiencia?
–Este programa se generó entre un conjunto de compañeros y amigos que empezamos a pensar cómo se transforma la salud. Pero otros colegas no pensaban lo mismo. Recuerdo, una vez me viene a ver un director de un hospital de Tandil al despacho, cuando yo era ministro. “¿Te acordás de mí?”, me dijo. “Cómo no me voy a acordar, entrá.” Y me dice: “¿Vos qué querés hacer, querés fundir a los hospitales? No hay nadie en los hospitales”. Justamente, ésa era la ventaja del programa Atamdos: la gente era atendida primariamente en el barrio, y no llegaba al hospital, que está para los casos más complejos. Eso, a algunos los incomodaba. Y así trasmitían esa opinión a Cafiero. Cafiero estaba asustado.
–¿Y Cafiero qué opinaba?
–Cafiero me llama un día y me dice: “Vos ¿qué querés hacer en la provincia de Buenos Aires? ¿Un soviet?”. “No –le dije– ¿Por qué, Antonio, vos les tenés miedo a los soviet?” Me respondió: “No. ¡Cómo les voy a tener miedo!”. “¿Entonces?” Que iba demasiado rápido, me dijo. Pero, ¡era la revolución desplegada! Porque, claro, si vos le das participación al pueblo, le estás dando participación en una revolución. La concepción de Carrillo está bien en el medio de en un país que tenía un líder y que ese líder era el poder. La diferencia era que el poder residía en el Estado. Y Eva y yo, con humildad digo esto, percibimos que el poder está en el pueblo.
–¿En qué consiste el Instituto Gráfico Nacional de Estudios Sociales y Sanitarios que dirige en el sindicato gráfico?
–Un día me dice Ongaro: “¿Usted quiere hacer algo?”. “Sí –le contesto–, quiero hacer un instituto.” “Bueno, métale. ¿Qué necesita?”, me preguntó. “Necesito 20 dirigentes sindicales que no sean ñoquis, que laburen, que no tengan permiso gremial.” “Tengo”, contesta Ongaro. Así creamos el Instituto. Le estoy enseñando a ese grupo de trabajadores a preparar los trabajos con sus propias palabras, a partir de sus búsquedas en Internet y los textos que yo les doy. La consigna es preparar un documento para que sus compañeros entiendan qué es dislipemia (alteración en los niveles normales de lípidos plasmáticos), lo que es el alcoholismo, los biocombustibles. Así hacen textos construidos con sus propias palabras. Es monumental. ¿Por qué? Porque acá viene una frase fundamental de Martín Heidegger, copiándolo a Friedrich Hölderlin, el gran poeta: “Las palabras son la casa del ser”, es decir, el ser se expresa por las palabras, entonces cuando las palabras las utilizan los trabajadores, los que saben cuál es el ser de los trabajadores son los propios trabajadores.
Una semana atrás murió el sanitarista Floreal Ferrara. Tenía 85 años y seguía trabajando. Ejerció la medicina social. Marcó el camino hacia un sistema de salud sostenido por la participación popular. Un poco peronista, un poco nacional, un poco socialista. Así lo explicaba en octubre de 2008.
Por Beatriz Blanco. Publicado en Pagina 12, 19 de abril de 2010
–¿Cuándo y por qué, siendo cardiólogo, hizo el giro hacia la medicina social? ¿Fue a partir del posgrado sobre Salud y Desarrollo Social organizado por la OEA? ¿Fue por su acercamiento al peronismo o simplemente porque es hijo de su época?
–Fui hijo de esa época, pero no se olvide de que mi viejo era anarquista. Lo veo todavía extendiéndome la mano y diciéndome “este es el primer libro que tenés que leer”. Se trataba de El hombre mediocre, de José Ingenieros. Yo tendría 14 años.
–¿Cómo era su paisaje infantil?
–Yo nací y me crié en Punta Alta, provincia de Buenos, hasta que me fui a estudiar a La Plata. Soy el mayor de tres hermanos. Tengo recuerdos formidables de aquellos tiempos. A la vuelta de mi casa había una oficina de aguas, Aguas Corrientes. Era una oficina británica, era del imperio. Y con mis amigos, tendría 10 a 11 años, decidimos quemar la bandera británica que estaba allí, porque no había bandera argentina. Nos dio fastidio. Y la quemamos. El gerente de ese lugar nos detuvo, llamó a la Base Naval Punta Alta. Vino alguno de la Base Naval y nos metieron en cana. No duró mucho la cana. Fueron nuestras madres a buscarnos y nos largaron con la recomendación de que no lo volviéramos a hacer. Mi madre no me reprendió porque entendió que era la consolidación del pensamiento de mi padre. Esto ocurría en 1934. Yo nací el 7 de junio de 1924.
–¿Qué recuerdos tiene de sus padres?
–Mi padre se llamaba Pedro, era yugoslavo, anarquista y dirigente sindical. Fue parte del grupo de carpinteros que construyó el dique seco, que todavía existe en Puerto Belgrano. Creó un sindicato anarquista de oficios varios. Porque no había gente suficiente para crear un sindicato de herreros, de carpinteros. Mi viejo tenía una cosa muy linda, que los domingos me sacaba a pasear. Yo ya era rengo, porque tuve la poliomielitis a los 11 meses. Los domingos me llevaba a pasear por Punta Alta y me hacía tocar las puertas que él había hecho. Las puertas del teatro Colón, del teatro Español. “Tocala –me decía–, mirá qué fina que está, no tiene una sola aspereza. ¡Mirá qué linda que es!” Mi madre era española y se llamaba Paulina García. Linda mina, fuerte.
–¿En qué año llega a estudiar medicina a La Plata?
–En 1943 y viví en una pensión de 2 y 50.
–A una cuadra de la cancha de Estudiantes. ¿De qué cuadro era hincha?
–Era hincha de Gimnasia, después pasé a ser hincha de Estudiantes. Pasados los años me resultaba muy difícil subir a la platea de Gimnasia con mi pata renga. En cambio en Estudiantes me podía sentar al lado del arco, en los primeros tablones. Iba con mi hijo Pedro, que ya era de Estudiantes. Yo de Gimnasia. Y de repente, un día vino un gol fenomenal y me encuentro abrazando a mi hijo. Y entonces pienso: ¡Ah, ya soy de Estudiantes!
–¿Cómo surgió la idea con Milcíades Peña de hacer aquella encuesta por muestreo sobre “Qué significa la salud mental para los argentinos” publicada en Actas de Neuropsiquiatría Argentina de 1959 que fue señera?
–Milcíades era un gran creador, un personaje. Uno de esos días en que nos encontrábamos en mi consultorio de la Clínica Charcot en La Plata, me dice: “¿Sabés lo que tendríamos que hacer? Un estudio a fondo de la clase media”. El quería demostrar que los médicos tenían un horizonte muy estrecho y yo también. El tema era que había que hacer la encuesta, no era cuestión de inventarla. En esos días yo me iba al Congreso Nacional de Cardiología que se hacía en Tucumán. Entonces Milcíades me dice: “Vos tomate el tren a Tucumán y encuestá a todos los tipos que suben al tren. Y yo me voy a Mendoza y entrevisto a toda la gente que sube a ese tren”. Cuando llegué a Tucumán ya había hecho trescientas encuestas. Lo mismo hizo Peña. ¿Qué fue lo importante de eso? Aplicamos los tests proyectivos del sociólogo Writght Mills. Lo presentamos en el Congreso Nacional de Psiquiatría.
–¿Cuál sería su definición de salud hoy?
–La salud es la solución del conflicto. No tiene nada que ver con esa definición como “completo estado de bienestar físico mental y social” que utilizábamos en aquellas épocas, surgida de los organismos internacionales de salud. Este concepto lo estudiamos epistemológicamente con Milcíades Peña, y nuestra definición se pelea con el estado de bienestar y el “estar bien”. Nuestra definición de salud es que el hombre y la mujer que resuelven conflictos están sanos. La salud es la lucha por resolver un conflicto antagónico que quiere evitar que alcancemos el óptimo vital para vivir en la construcción de nuestra felicidad. Y por otro lado, estoy convencido de que siempre que uno hable de salud, no hay perspectiva de otra salud que aquella que construye el Estado. No hay perspectiva de creer en la salud privada. La salud privada es un negocio mercantil para los ricos que la pueden pagar.
–¿Una experiencia notable en algún lugar del mundo?
–Sí, en Africa. “Usted tiene que conocer la Universidad de Kumasi, y va a ir con mi auto y con mi gente, y en ese camino usted va a comprender por qué la Universidad de Kumasi es muy distinta de la universidad de los ricos, que ya visitó”, me dijo Kwame Nkrumah, presidente de Ghana, en Accra, la capital, cuando fui invitado en el año 1962 a una reunión internacional de médicos que se llamaba “El mundo sin la bomba”. Cuando íbamos en el auto rumbo a esta universidad, el negro manejaba a 160 kilómetros por hora. Era dramático. Veo una picada y le digo al chofer: “Pare, pare, pare”. Había una muchacha con la Cruz Roja en el brazo, pero con los pechos al aire y una pequeña tanguita. Me bajo del auto y me dirijo hacia ella. Entonces la muchacha me explica: “Yo soy aquí la maestra, soy la médica, soy la enfermera. Soy enfermera recibida en Oxford, estoy con mi pueblo y he venido a servir a mi pueblo. Y usted está preocupado, porque lo veo que me mira con preocupación. Me mira con preocupación ¿por qué? Porque no tengo el guardapolvo blanco. Si me llego a poner el guardapolvo blanco aquí no queda un solo niño. Todos van creer que soy un fantasma”. Yo en ese entonces era profesor adjunto en la Universidad Nacional de La Plata de medicina preventiva. Y pensé: “¡Qué lección me ha dado!”.
–¿Por qué asegura que todos los campos de la atención son preventivos?
–Le voy a explicar por qué con ejemplos simples. En el primer nivel de atención hacemos promoción de la salud en niños de 0 a 5 años vigilando la alimentación, la higiene, las vacunas. De los 5 a los 15 años hacemos promoción de la salud con las vacunas. En el nivel secundario nos dedicamos a la recuperación de la salud: diagnóstico precoz, tratamiento oportuno para limitar el daño, previniendo situaciones peores. En el nivel terciario, por ejemplo, si la hipertensión lo llevó a hemiplejía, se puede hacer una readaptación y reeducación. Y luego se puede prevenir la muerte de otros estudiando los certificados de defunción de una población, que nos hablarán de la causa de su muerte. Por eso digo que toda la atención de la salud es preventiva.
–Decía recién que la salud necesita ser estatal.
–Necesita ser de la comunidad porque si no es de la comunidad, todos estos niveles de atención de los que le hablé serían muy difíciles de cumplir. Carrillo me contaba las diferencias que tenía con Eva, me decía que Eva estaba totalmente convencida de que los hospitales debían ser del pueblo y, por lo tanto, debía gobernarlos el pueblo. Y Carrillo se enojaba, decía que no estaba de acuerdo, que los hospitales eran responsabilidad del Estado y que debía gobernarlos el Estado. Se acaloraba y me apuraba: “¿Usted qué piensa?”. Y yo le decía que pensaba como Eva. “¿No ve? –contestaba Carrillo ofuscado–. Son todos revolucionarios... pero tienen razón”.
–¿Cómo vivió la dictadura de 1976?
–Yo tuve dos mujeres en mi vida. Dora Irma Roge, mi primera mujer, era una mina impresionante, enormemente culta, trabajadora del periodismo, cuidadosa de lo que era nuestra vida. Vivimos desde 1950 con Dora y mi hijo en La Granja, un pueblito cercano a La Plata, hasta que una patota policial me vino a buscar, no me encontró y destruyó mi casa y quemó mis libros en 1976, bajo la dictadura militar. Seis días después mi mujer murió por una crisis cardíaca. Y yo me muero con ella. Me refugié finalmente en Buenos Aires. Estuve tres años en negro, sin leer, sin escribir, sin hacer nada. Luego comienzo a leer de nuevo y me encuentro con esta muchacha. Esta muchacha espectacularmente amiga, compañera, enormemente cordial, afectuosa, me saca de eso y construimos un mundo nuevo. Ella me hizo renacer –dice refiriéndose a Elizabeth, quien acaba de acercar un vaso de agua fresca.
–¿Es decir que tuvo un hijo?
–Sí, Pedro, y además tengo una hija adoptiva y tres nietos adoptivos. Un bisnieto adoptivo y el 15 de noviembre nacerá mi primer nieto de sangre.
–¿En qué consistió el programa Atamdos? (Puesto en marcha en la provincia de Buenos Aires durante su gestión como ministro de Salud a fines de 1987).
–Atamdos quiere decir Atención Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud y comprende toda la atención de la salud, parte del primer nivel y se integra con el hospital de la zona. Los modelos preventivos de la salud se repiten en la atención primaria de la salud. El programa se desarrolló a lo largo de cuatro meses, que fue el tiempo que estuve a cargo de ese ministerio, en La Plata, Berisso, Ensenada, Florencio Varela, General Rosales, Patagones, Salto, Tandil, Tres Arroyos, Villarino y otras zonas del conurbano bonaerense. Pero no hay ningún lugar del país en que no se recuerde lo que significó, fuera de esa revolución sanitaria que produjo Ramón Carrillo.
–¿Cómo estaban formados los equipos?
–Cada Atamdos estaba formado por un equipo interdisciplinario: un médico, una enfermera, un psicólogo, una trabajadora social, un bioquímico y un odontólogo cada dos grupos. Ese grupo atendía 300 familias, en un área señalada por ellos. Ganaban lo que ganaba yo como ministro de Salud, creo que cinco mil pesos, pero había una responsabilidad, ninguno podía trabajar en otro lado, había retención de título. Hicimos aproximadamente novecientos nombramientos. Las trescientas familias de cada Atamdos eran quienes manejaban el presupuesto del equipo. Eran los que controlaban y dirigían, discutían y resolvían los problemas de salud en asamblea. La asamblea elegía el Consejo de Administración. Yo iba a las asambleas. En una de ésas me encuentro con un muchacho que dice: “Acá el único quilombo que tenemos es el tema de la basura, yo creo que la solución de esto es que hagamos un cajón muy grande, lo tapemos bien y tiremos ahí la basura y apretemos al intendente para que todos los días vengan a buscar la basura”. Se terminó el problema de la basura, lo había resuelto la comunidad. Esa es la salud que el país necesita. La salud está metida adentro de cada una de las cosas del mundo. Está metida adentro de cada una de las cosas sustanciales en las que están el hombre y la mujer y el amor directamente metido.
–¿Por qué razón se sigue recordando esta experiencia?
–Por la participación de la gente. Esto no quiere decir que yo disminuya la enorme significación de lo que hizo Carrillo sesenta años antes. El Atamdos fue un agregado fenomenal que rápidamente lo ahogaron, duró de fines de 1987 a abril de 1988.
–¿Quién o quiénes ahogaron la experiencia?
–Este programa se generó entre un conjunto de compañeros y amigos que empezamos a pensar cómo se transforma la salud. Pero otros colegas no pensaban lo mismo. Recuerdo, una vez me viene a ver un director de un hospital de Tandil al despacho, cuando yo era ministro. “¿Te acordás de mí?”, me dijo. “Cómo no me voy a acordar, entrá.” Y me dice: “¿Vos qué querés hacer, querés fundir a los hospitales? No hay nadie en los hospitales”. Justamente, ésa era la ventaja del programa Atamdos: la gente era atendida primariamente en el barrio, y no llegaba al hospital, que está para los casos más complejos. Eso, a algunos los incomodaba. Y así trasmitían esa opinión a Cafiero. Cafiero estaba asustado.
–¿Y Cafiero qué opinaba?
–Cafiero me llama un día y me dice: “Vos ¿qué querés hacer en la provincia de Buenos Aires? ¿Un soviet?”. “No –le dije– ¿Por qué, Antonio, vos les tenés miedo a los soviet?” Me respondió: “No. ¡Cómo les voy a tener miedo!”. “¿Entonces?” Que iba demasiado rápido, me dijo. Pero, ¡era la revolución desplegada! Porque, claro, si vos le das participación al pueblo, le estás dando participación en una revolución. La concepción de Carrillo está bien en el medio de en un país que tenía un líder y que ese líder era el poder. La diferencia era que el poder residía en el Estado. Y Eva y yo, con humildad digo esto, percibimos que el poder está en el pueblo.
–¿En qué consiste el Instituto Gráfico Nacional de Estudios Sociales y Sanitarios que dirige en el sindicato gráfico?
–Un día me dice Ongaro: “¿Usted quiere hacer algo?”. “Sí –le contesto–, quiero hacer un instituto.” “Bueno, métale. ¿Qué necesita?”, me preguntó. “Necesito 20 dirigentes sindicales que no sean ñoquis, que laburen, que no tengan permiso gremial.” “Tengo”, contesta Ongaro. Así creamos el Instituto. Le estoy enseñando a ese grupo de trabajadores a preparar los trabajos con sus propias palabras, a partir de sus búsquedas en Internet y los textos que yo les doy. La consigna es preparar un documento para que sus compañeros entiendan qué es dislipemia (alteración en los niveles normales de lípidos plasmáticos), lo que es el alcoholismo, los biocombustibles. Así hacen textos construidos con sus propias palabras. Es monumental. ¿Por qué? Porque acá viene una frase fundamental de Martín Heidegger, copiándolo a Friedrich Hölderlin, el gran poeta: “Las palabras son la casa del ser”, es decir, el ser se expresa por las palabras, entonces cuando las palabras las utilizan los trabajadores, los que saben cuál es el ser de los trabajadores son los propios trabajadores.
domingo, abril 18, 2010
"La UNC debería volver a la Edad Media"
"No es posible que permitan este asalto a la modernidad"
El filósofo dice que incorporar a la UNC seudociencias parece una iniciativa propia de José López Rega.
"Soy extraño, pero no muy extraño", bromea La voz de Mario Bunge suena sin quiebres en la línea telefónica. Escuchándolo, nadie diría que se encamina hacia su cumpleaños 91. Desde su despacho en la Universidad McGill, de Montreal, opinó sobre el posgrado en "medicinas complementarias" que avala la Universidad Nacional de Córdoba a través de la Facultad de Ciencias Médicas.
17.04.2010 , por Sergio Carreras en La Voz del Interior
-¿Cómo ve la decisión de la UNC de dictar posgrados en homeopatía, medicina ayurveda, medicina tradicional china y acupuntura ?
-Creo que la Universidad de Córdoba tendría que ser coherente y a partir de esto revolucionar completamente toda la universidad. No limitarse a esto, sino que debería cambiar la Facultad de Química por la de Alquimia, la Facultad de Psicología por la de Parapsicología. Tendría que eliminar la Facultad de Ciencias o tal vez complementarla con una Facultad de Seudociencias, que incluya también la enseñanza de la magia y el ocultismo y las llamadas ciencias ocultas. Tendría, en una palabra, que proclamar la Contrarreforma y volver a la Edad Media de manera explícita. Eso sería más claro. Ahora, ya no en cuanto a las autoridades de la universidad sino al movimiento estudiantil y de graduados: creo que tendrían que tomar cartas en el asunto. No es posible que permitan este asalto a la modernidad. Tendrían que recordar que uno de los objetivos de la Reforma Universitaria de 1918, que nació precisamente en Córdoba, fue modernizar la universidad. No lo lograron; sólo consiguieron reformar el gobierno de la universidad dando participación a los estudiantes y graduados. Pero, por lo menos, en el Manifiesto Liminar de la Reforma uno de los objetivos fue modernizar la universidad. Tendrían que recordar, después de tantos años, que ese tendría que ser un objetivo permanente de toda la gente progresista: reformar la universidad, no de cuando en cuando, sino de manera constante; ponerla al día con avances en las ciencias, la técnica y las humanidades. Esto que pasa en Córdoba con la incorporación de estas enseñanzas seudocientíficas es un golpe bajo a las aspiraciones de la Ilustración, es como si volviera la Inquisición. Es tratar de arrojar todo lo conquistado desde la Revolución Científica de 1600. Es uno de los peores escándalos que está pasando en la República Argentina. No es nuevo, pero se añade al escándalo ya existente de las facultades de psicología sin psicólogos, donde lo que se enseña son los textos sagrados de Sigmund Freud y sus sucesores, en los que no hay experimentación ni contacto con las ciencias, sino psicología hablada, que no tiene nada que ver con el cerebro. Esto que hace la Universidad de Córdoba parece una iniciativa tomada por López Rega. ¿Están seguros de que López Rega no dejó testamento y gente habilitada para poner en práctica esta iniciativa?
-Usted dice que esto es como si una Facultad de Matemáticas enseñara la cábala...
-Exacto, eso es.
-...Pero, ¿por qué cree que estas prácticas siguen conquistando seguidores y expandiéndose?
-Porque es mucho más fácil macanear que buscar la verdad y ponerla en práctica. Además, es rentable. Una persona sin estudios puede aprender todo ese macaneo en pocos días y no necesita estudiar 20 años. Puede empezar a ganar dinero enseguida. La única motivación es comercial, no hay motivación intelectual. Esa superstición fue barrida entre 1600 y 1900. La única justificación es comercial.
-Quienes las sostienen, reclaman base científica, experimental, y dicen que son prácticas milenarias y que en otras universidades extranjeras son carreras de grado.
-No es cierto. No hay ninguna revista científica con artículos publicados sobre homeopatía. Hace 20 años, la revista Nature publicó un artículo proveniente del laboratorio del doctor Jacques Benveniste, de la Universidad de París, que sostenía que el agua "recordaba" la sustancia que se había diluido en ella al hacer los llamados remedios homeopáticos. La revista envió una delegación a París para tratar de replicar esos experimentos, integrada por el director de la revista, David Maddox; el investigador del Instituto de Salud de Washington, Walter Steward, y el famoso mago norteamericano James Randi. Fueron, replicaron y no encontraron absolutamente nada y luego publicaron su informe en Nature . Pocos años después, Benveniste fue obligado a renunciar a su cargo de profesor y se convirtió en empleado de la industria homeopática, que es muy poderosa porque no hace investigación sino que gasta en agua. Eso son los remedios homeopáticos: agua, nada más. El argumento principal contra la homeopatía es científico y elemental. Esas diluciones enormes llegan a concentraciones de una molécula por kilómetro cúbico. Las chances de que una molécula dé con el órgano afectado es prácticamente nula. Hacen falta miles de millones de moléculas para que tenga algún efecto sobre el tejido vivo. No existen laboratorios de experimentación homeopática. Lo que hay, en México, es una universidad homeopática que, contrariamente a las universidades, no tiene labor de experimentación, sólo cursos para enseñar esas diluciones y tratar a los pacientes. Pero lo peor no es que eso sea ineficaz; lo peor es que la gente aquejada de enfermedades auténticas, al no ir a la medicina científica se deja estar, tomando agua en lugar de servirse de medicamentos auténticos, y se muere. De modo que no es que la homeopatía sea inefectiva: es inoperante y ofensiva. A una persona con cáncer se le dice que tome té, yerbitas. De modo que las autoridades sanitarias tendrían que tomar cartas en el asunto. Se está engañando al público y poniendo en peligro la salud pública, además de retroceder siglos.
-En la medicina ayurveda existe una noción holística, basada en el equilibrio de cuerpo, mente y alma. ¿Cómo se incorpora desde una universidad un concepto como alma?
-Es una concepción anticuada del alma como ente inmaterial e inmortal. La psicología moderna no acepta esa concepción. La mente son procesos cerebrales. Hace 20 años, en la India subió al poder un partido fundamentalista y uno de sus primeros decretos consistió en introducir en la universidad doctorados en astrología y medicina ayurvédica, las dos juntas, porque la ayurvédica hace uso de la astrología para ver cuáles son los días faustos para tomar medicamentos y cuáles los infaustos. Por fortuna, el gobierno no duró mucho, ya que no sólo fue incompetente sino también corrupto. Fue otra tentativa de borrar la modernidad.
domingo, abril 11, 2010
L'Américaine Rita Colwell, pionnière de la prévention contre le choléra
Combien de vies a-t-elle sauvées ? Des milliers, assurément, et sans doute beaucoup plus. A 76 ans, la professeure Rita Colwell a été désignée pour recevoir le Prix de l'eau de Stockholm 2010. Décernée chaque année à des personnes ou des institutions ayant accompli une oeuvre majeure dans la préservation des ressources en eau, cette prestigieuse récompense vient couronner une carrière tout entière consacrée à combattre les maladies liées à l'eau, notamment le choléra.
Microbiologiste de formation, cette experte américaine en santé publique, professeure honoraire de l'Université du Maryland et de l'Ecole de santé publique Bloomberg (Université Johns-Hopkins), a démontré au cours des années 1960 que l'agent pathogène responsable du choléra (la bactérie Vibrio cholera, ou bacille de Koch) pouvait entrer dans un stade dormant, et reprendre ultérieurement son activité. Une découverte capitale, qui signifie que, même en l'absence d'épidémie, les rivières, les lacs et les océans peuvent continuer d'abriter la bactérie d'origine hydrique, qui, chaque année, aujourd'hui encore, infecte trois à cinq millions de personnes et cause environ 120 000 décès.
"Par ses travaux sur la physiologie, l'écologie et le métabolisme de cet agent infectieux, le Dr Colwell a irrigué le champ des mathématiques, de la génétique et des technologies de détection à distance. Elle a ainsi contribué non seulement à mieux prévenir le choléra, mais aussi d'autres maladies répandues dans de nombreux pays en développement", a estimé le jury de l'Institut international de l'eau de Stockholm (SIWI). Grâce à ses recherches pionnières, les scientifiques sont désormais capables de mieux prévoir sous quelles conditions environnementales l'agent pathogène du choléra passe du stade dormant au stade infectieux, et d'associer les changements du milieu naturel à la propagation de la maladie.
Rita Colwell, qui a travaillé de longues années en Asie du Sud, en Amérique latine et en Afrique, fut aussi la première à rechercher les impacts du changement climatique sur la propagation des maladies infectieuses, et à développer des modèles satellites pour localiser et anticiper leurs apparitions. Elle a par ailleurs occupé de nombreux postes de haut niveau dans l'administration scientifique, et dirigé de 1998 à 2004 la National Science Foundation, agence gouvernementale américaine indépendante destinée à soutenir financièrement la recherche scientifique fondamentale.
En apprenant la nouvelle, la lauréate s'est réjouie de cette distinction qui "valide une carrière de recherche consacrée à la sécurité de l'eau et à la santé, notamment certains travaux initialement controversés sur le choléra, qui se sont avérés justes". Précisant qu'"une eau potable saine est un facteur absolument critique pour la stabilité économique et sociale, et même pour la sécurité nationale d'un pays", elle a rappelé qu'il restait des progrès à faire en la matière. Son prix, d'une valeur de 150 000 dollars (111 000 euros), lui sera remis le 9 septembre par le roi de Suède Carl XVI Gustaf, pendant la Semaine de l'eau organisée à Stockholm.
Catherine Vincent
Article paru dans l'édition du 11.04.10
Microbiologiste de formation, cette experte américaine en santé publique, professeure honoraire de l'Université du Maryland et de l'Ecole de santé publique Bloomberg (Université Johns-Hopkins), a démontré au cours des années 1960 que l'agent pathogène responsable du choléra (la bactérie Vibrio cholera, ou bacille de Koch) pouvait entrer dans un stade dormant, et reprendre ultérieurement son activité. Une découverte capitale, qui signifie que, même en l'absence d'épidémie, les rivières, les lacs et les océans peuvent continuer d'abriter la bactérie d'origine hydrique, qui, chaque année, aujourd'hui encore, infecte trois à cinq millions de personnes et cause environ 120 000 décès.
"Par ses travaux sur la physiologie, l'écologie et le métabolisme de cet agent infectieux, le Dr Colwell a irrigué le champ des mathématiques, de la génétique et des technologies de détection à distance. Elle a ainsi contribué non seulement à mieux prévenir le choléra, mais aussi d'autres maladies répandues dans de nombreux pays en développement", a estimé le jury de l'Institut international de l'eau de Stockholm (SIWI). Grâce à ses recherches pionnières, les scientifiques sont désormais capables de mieux prévoir sous quelles conditions environnementales l'agent pathogène du choléra passe du stade dormant au stade infectieux, et d'associer les changements du milieu naturel à la propagation de la maladie.
Rita Colwell, qui a travaillé de longues années en Asie du Sud, en Amérique latine et en Afrique, fut aussi la première à rechercher les impacts du changement climatique sur la propagation des maladies infectieuses, et à développer des modèles satellites pour localiser et anticiper leurs apparitions. Elle a par ailleurs occupé de nombreux postes de haut niveau dans l'administration scientifique, et dirigé de 1998 à 2004 la National Science Foundation, agence gouvernementale américaine indépendante destinée à soutenir financièrement la recherche scientifique fondamentale.
En apprenant la nouvelle, la lauréate s'est réjouie de cette distinction qui "valide une carrière de recherche consacrée à la sécurité de l'eau et à la santé, notamment certains travaux initialement controversés sur le choléra, qui se sont avérés justes". Précisant qu'"une eau potable saine est un facteur absolument critique pour la stabilité économique et sociale, et même pour la sécurité nationale d'un pays", elle a rappelé qu'il restait des progrès à faire en la matière. Son prix, d'une valeur de 150 000 dollars (111 000 euros), lui sera remis le 9 septembre par le roi de Suède Carl XVI Gustaf, pendant la Semaine de l'eau organisée à Stockholm.
Catherine Vincent
Article paru dans l'édition du 11.04.10
sábado, abril 10, 2010
LA SALA II DE LA CAMARA DE CASACION PENAL RECHAZO EL RECURSO DE LOS ABOGADOS DEL GRUPO CLARIN Y DIO LA RAZON A ABUELAS
Más cerca del examen de ADN para los Noble Herrera
Los camaristas Gustavo Mitchell, Guillermo Yacobucci y Luis García rechazaron la legitimidad del recurso presentado por los abogados que no hicieron firmar los escritos a Marcela y Felipe Noble Herrera. Queda pendiente una apelación ante la Corte.
Publicado en Pagina 12. Sabado 7 de abril de 2010
La Sala II de la Cámara de Casación Penal rechazó ayer el último recurso dilatorio presentado por los letrados que en teoría representan a Marcela y Felipe Noble Herrera. El motivo quedará en la historia de los papelones del micromundo abogadil: Jorge Anzorreguy, Alejandro Carrió y Roxana Piña apelaron las medidas de prueba que permitirían esclarecer el origen de los jóvenes, pero omitieron hacerles firmar el escrito. Gustavo Mitchell, Guillermo Yacobucci y Luis García también encomendaron al juez Conrado Bergesio que se esmere en esclarecer si Anzorreguy y Horacio Silva representan a las víctimas, rebautizadas tras una adopción irregular o a la imputada Ernestina Herrera viuda de Noble, dueña del grupo Clarín.
Las Abuelas de Plaza de Mayo destacaron en un comunicado que el tribunal “avaló la decisión de comparar las muestras genéticas de Felipe y Marcela Noble Herrera con todas las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos” e informaron que exigieron al juez Jorge Bergesio que “ordene al Banco comenzar las pericias cuanto antes para saber si Marcela y Felipe son hijos de desaparecidos”. Los abogados de Clarín tiene diez días para decidir si paleán ante la Corte Suprema.
Los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo y de familias querellantes que desde hace treinta años buscan a sus seres queridos celebraron la resolución. “Es un fallo muy importante, un paso decisivo que sólo puede ser revertido por la Corte Suprema de Justicia”, evaluó Alan Iud, de Abuelas. “Por fin logramos después de tantos años que se abra la posibilidad de encontrar verdad y justicia”, afirmó Alcira Ríos. “Es un cachetazo a la impunidad judicial de los abogados de Clarín y tal vez sea el inicio del fin de tanto ocultamiento”, se esperanzó el abogado y periodista Pablo Llonto, autor de una biografía de la imputada.
La cajita feliz
Según el expediente de adopción de Marcela, el 13 de mayo de 1976 la viuda del fundador de Clarín se presentó ante la jueza Ofelia Hejt, de San Isidro, con una beba en sus manos. Dijo que la había encontrado once días antes en una caja abandonada en la puerta de su casa de Lomas de San Isidro y ofreció como testigos a una vecina y al cuidador de la casa de la vecina. En 2001, Roberto Antonio García, de 85 años, declaró ante el juez Roberto Marquevich que nunca fue cuidador de esa casa. Su trabajo durante cuarenta años fue como chofer de Roberto Noble y, tras su muerte en 1969, de la viuda. Tampoco la presunta vecina vivía allí, según declaró su nieta y corroboró la policía. El juez confirmó en registros oficiales otra afirmación del chofer: la señora de Noble no vivió en la casa que declaró.
El expediente de adopción de Felipe sostiene que la madre, Carmen Luisa Delta, se lo entregó a la jueza Hejt el 7 de julio de 1976. El mismo día, sin disponer un estudio ambiental ni determinar las circunstancias del nacimiento, la jueza concedió la guarda a la viuda de Noble. Marquevich determinó que la señora Delta nunca existió. Según Abuelas, el dato falso sobre el domicilio en San Isidro y la omisión del sistema de turnos fueron decisivos para determinar la competencia del tribunal. (Hejt, ya fallecida, es la misma jueza que en abril de 1977, sin disponer medidas para ubicar a su familia y pese a las evidencias de que sus padres habían sido secuestrados por el Ejército, entregó en guarda a Andrés La Blunda, de tres meses, quien recuperó su identidad en 1984.)
Las irregularidades en las adopciones derivaron en 2002 en la detención de la viuda de Noble, decisión que le costó a Marquevich su destitución en un juicio político impulsado por los abogados de Clarín. Días después de ser liberada, Herrera de Noble emitió su primera y única declaración pública sobre el tema: “Muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hayan sido víctimas de la represión ilegal”, escribió, y no escatimó esfuerzos para impedirles corroborarlo.
Bergesio, que reemplazó a Marquevich, durmió la causa durante siete años. A principios de febrero, intimado por la Cámara Federal de San Martín y denunciado por retardo de justicia, ordenó dos medidas: cruzar con todo el Banco Nacional de Datos Genéticos las muestras de ADN de los jóvenes (obtenidas en allanamientos irregulares, según denunció Abuelas), y extraerles sangre, salvo que aceptaran enviar al BNDG las muestras que se realizaron en el Cuerpo Médico Forense. Anzorreguy, Carrió y Piña apelaron ambas decisiones. La Cámara respaldó lo ordenado por Bergesio y remarcó que los jóvenes no habían firmado la apelación. Casación ordenó suspender las medidas y escuchó a las partes en una audiencia pública.
Carrió sostuvo que avanzar con las medidas derivaría en un “gravamen irreparable” para las víctimas, pues “una vez que se determine su origen genético el develamiento (de sus identidades) es irreversible”, y pidió que Casación le ordenara a la Cámara pronunciarse sobre ese tema de fondo. Iud recordó que Abuelas fue admitida como querellante para determinar la identidad de los jóvenes, cuestionó que no habían firmado la apelación y remarcó la “doble representación” de Anzorreguy y Silva (en medio del proceso, por causas desconocidas, las víctimas emitieron poderes a favor de Silva y de Ignacio Padilla, quinto abogado en cuestión).
Casación le dio la razón a Abuelas y no llegó a pronunciarse sobre el tema de fondo. Anzorreguy, Carrió y Piña “no acreditaron en ningún momento tener poder de representación o mandato para recurrir en interés” de quienes dicen representar, explicaron. Tampoco fundaron “las razones de necesidad y urgencia que les han impedido cumplir con las exigencias procesales”, sostuvieron. “No se trata de un mero rigorismo formal. La legitimación para actuar es uno de los puntos centrales en el proceso”, apuntó Yacobucci. Marcaron “la incompatibilidad de intereses entre la imputada y quienes se alega serían víctimas”, le encomendaron a Bergesio esclarecer a quién representan Anzorreguy y Silva, y ordenaron remitir copia del expediente al Colegio Público de Abogados para que evalúe eventuales sanciones. “Si fuera abogado de Noble buscaría el diploma y se lo tiraría a los chanchos”, reflexionó Llonto. “Me daría vergüenza ser recordado como el abogado que presentó escritos sin firma de los apelantes y que además pretende defender a víctimas y apropiadores. Ojalá el juez de turno lleve a fondo la denuncia y el Colegio les saque la matrícula. El lunes puede empezar otra historia”, concluyó.
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Sociedad
jueves, abril 08, 2010
Condenan a una empresa por maltratar a sus empleados
Clarin, 8 de abril de 2010
La Cámara Laboral condenó a una librería mayorista a indemnizar por daño moral a un empleado que se dio por despedido por el maltrato que ejercían sobre él los dos gerentes.
Una empresa mayorista del rubro librería deberá indemnizar a uno de sus empleados por daño moral. La Cámara Laboral evaluó que "las condiciones de trabajo en el establecimiento eran objetivamente denigrantes y hostiles" debido a los malostratos de los dos encargados jerárquicos, que la empresa "permitió y toleró".
Los integrantes de la Sala Segunda de la Cámara, Miguel Ángel Maza, Graciela González y Miguel Ángel Piropo, coincidieron en señalar que "No se ha invocado ni acreditado que (la empresa) hubiese tomado medida preventiva o sancionatoria alguna al respecto pese a sus características ostensibles y públicas dentro del ámbito laboral".
"Nos tildaban de inservibles a todos los empleados, que no sabían hacer bien las cosas, tanto con relación a las ventas como con relación a sistemas... te negaban el saludo" y se referían a alguno de ellos como "boludo, no sabe hacer nada, fijate como hace las cosas que se manda cagadas", relató el trabajador, que se consideró despedido por los malos tratos. "El trato desconsiderado, desagradable y descortés que imperaba en la empresa" ocurría, incluso, en reuniones grupales y delante de terceros.
Los camaristas consideraron que la empresa "no cumplió siquiera básicamente su deber constitucional de garantizar condiciones de trabajo dignas ni la obligación legal de seguridad e higiene en el empleo, al permitir condiciones y un ambiente de labor nocivos". Y agregaron "Se ha comprobado la responsabilidad personal de los superiores jerárquicos que implementaron un clima general y personal hostil por el que el principal debe responder no sólo por pesar sobre sus hombros dichas obligaciones sino también por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa".
En ese sentido, los camaristas destacaron que "la facultad legal del principal a organizar la empresa y dirigir al personal de ninguna manera da derecho a agredir, hostilizar, denigrar y atacar la autoestima de los trabajadores, aún cuando se pueda aceptar un alto grado de exigencia y rigor sin que los jueces en principio deban tener injerencia al respecto".
Testimonios de empleados coincidieron en señalar que "Era común el maltrato con insultos y menosprecios frecuentes y generalizados... era una práctica repetida calificar al personal de 'tarados' o 'inútiles' en las reuniones grupales. Los controlaban hasta cuando iban al baño, se los sometía a constantes reproches aún cuando se hubieran cumplido los objetivos fijados".
Al dictar la condena, los camaristas evaluaron que "El hecho de que la empresa haya al menos permitido comportamientos humanos tan reprochables... se reconoce como idóneo para provocar daño un ambiente de trabajo agresivo, hostil y denigrante, que puede ser consecuencia de inadecuados estilos de dirección".
La Cámara Laboral condenó a una librería mayorista a indemnizar por daño moral a un empleado que se dio por despedido por el maltrato que ejercían sobre él los dos gerentes.
Una empresa mayorista del rubro librería deberá indemnizar a uno de sus empleados por daño moral. La Cámara Laboral evaluó que "las condiciones de trabajo en el establecimiento eran objetivamente denigrantes y hostiles" debido a los malostratos de los dos encargados jerárquicos, que la empresa "permitió y toleró".
Los integrantes de la Sala Segunda de la Cámara, Miguel Ángel Maza, Graciela González y Miguel Ángel Piropo, coincidieron en señalar que "No se ha invocado ni acreditado que (la empresa) hubiese tomado medida preventiva o sancionatoria alguna al respecto pese a sus características ostensibles y públicas dentro del ámbito laboral".
"Nos tildaban de inservibles a todos los empleados, que no sabían hacer bien las cosas, tanto con relación a las ventas como con relación a sistemas... te negaban el saludo" y se referían a alguno de ellos como "boludo, no sabe hacer nada, fijate como hace las cosas que se manda cagadas", relató el trabajador, que se consideró despedido por los malos tratos. "El trato desconsiderado, desagradable y descortés que imperaba en la empresa" ocurría, incluso, en reuniones grupales y delante de terceros.
Los camaristas consideraron que la empresa "no cumplió siquiera básicamente su deber constitucional de garantizar condiciones de trabajo dignas ni la obligación legal de seguridad e higiene en el empleo, al permitir condiciones y un ambiente de labor nocivos". Y agregaron "Se ha comprobado la responsabilidad personal de los superiores jerárquicos que implementaron un clima general y personal hostil por el que el principal debe responder no sólo por pesar sobre sus hombros dichas obligaciones sino también por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa".
En ese sentido, los camaristas destacaron que "la facultad legal del principal a organizar la empresa y dirigir al personal de ninguna manera da derecho a agredir, hostilizar, denigrar y atacar la autoestima de los trabajadores, aún cuando se pueda aceptar un alto grado de exigencia y rigor sin que los jueces en principio deban tener injerencia al respecto".
Testimonios de empleados coincidieron en señalar que "Era común el maltrato con insultos y menosprecios frecuentes y generalizados... era una práctica repetida calificar al personal de 'tarados' o 'inútiles' en las reuniones grupales. Los controlaban hasta cuando iban al baño, se los sometía a constantes reproches aún cuando se hubieran cumplido los objetivos fijados".
Al dictar la condena, los camaristas evaluaron que "El hecho de que la empresa haya al menos permitido comportamientos humanos tan reprochables... se reconoce como idóneo para provocar daño un ambiente de trabajo agresivo, hostil y denigrante, que puede ser consecuencia de inadecuados estilos de dirección".
sábado, abril 03, 2010
La militancia de los ateos
Hubo conferencias para explicar por qué las personas creen en Dios y por qué los ateos se están organizando. Los organizadores señalan que buscan visibilizarse, sacar la religión de las escuelas públicas y separar la Iglesia del Estado.
Por Mariana Carbajal, publicado en Pagina 12 del 03/04/2010
“El concepto de Dios es de un gran autoritarismo ideológico”, sostuvo Fernando Lozada. Completamente pelado, y con una barba enrulada de varios centímetros que le cuelga desde la punta del mentón, este ingeniero mecánico y artista plástico, de treinta y pocos, parece un monje budista. Pero está claro que no lo es. Dice que milita para eliminar la “superstición” de la educación pública y que no cree en nada “sobrenatural”. En su casilla de email todos los días recibe mensajes con insultos, que lo señalan como “demoníaco”. Provocador, él se divierte. Ayer, poco después del mediodía, Lozada inauguró en esta ciudad, atiborrada de turistas pascuales, el II Congreso Nacional de Ateísmo, que finaliza mañana.
“Elegimos la libertad, rechazamos el dogma”, es el lema del encuentro. El debate por el derecho al aborto fue uno de los ejes de la primera jornada. “La lucha por el derecho al aborto es una lucha por el control de nuestros propios cuerpos”, sostuvo la docente Ruth Zurbrieger, integrante de la colectiva feminista La Revuelta, de Neuquén, en uno de los paneles (ver aparte).
La empatía que generan las religiones fue otro de los temas de discusión: el biólogo e investigador del Conicet Diego Golombek se encargó de responder la pregunta del millón: ¿Dios existe? “Sí, y está en nuestros cerebros”, aseguró, tras mostrar con evidencia científica cómo el comportamiento neuronal favorece el fervor por la práctica religiosa. “El rezo activa áreas dopaminérgicas en el cerebro. Está avalado por estudios de imágenes cerebrales. Se siente placer al rezar. Es un comportamiento adictivo como el consumo de drogas”, afirmó. También explicó que hay “casos de epilepsia que generan visiones, alucinaciones”, y recordó que en distintas oportunidades estos cuadros “han sido aprovechados por muchas religiones”. “En un ataque de epilepsia una persona puede hablar en otro idioma, que alguna vez escuchó. No tiene ningún diablo. No hay que exorcizarla. Simplemente, tiene epilepsia”, indicó Golombek.
Tras los pasos de Fort
Más de doscientos participantes llegados de distintas ciudades donde están floreciendo grupos de ateos colmaron las instalaciones del Teatro Diagonal, en el centro de la ciudad. Curioso: el mismo ámbito que durante el verano llenó Ricardo Fort con su show Fortuna. El teatro es propiedad de una biblioteca fundada por anarquistas españoles que el año próximo cumplirá 100 años. Hasta hace cuatro años lo alquilaban como templo evangélico. “Se fue Ricardo Fort y no quedó ni Dios”, bromeaba Lozada ayer. Hace dos años, después del I Congreso que tuvo lugar también en esta ciudad, Lozada fundó la Asociación de Ateos de Mar del Plata. “Que se acostumbren a que existimos los no creyentes”, lanzó desde el escenario.
–¿Está creciendo el movimiento de ateos en el país? –le preguntó luego este diario.
–No podría afirmarlo. Lo que sí observamos es que nos estamos organizando más. Hay grupos de ateos en Córdoba, La Plata, Rosario, Capital Federal y Mendoza, entre otras ciudades. Lo que nos falta es mayor reconocimiento social, que no seamos vistos como amorales por las personas que practican una religión.
La encuesta sobre Creencias y Actitudes Religiosas, que se hizo desde el Conicet en 2008, dirigida por Fortunato Mallimaci, detectó que hay en el país un 11 por ciento de “indiferentes” a la religión.
–¿Qué objetivos tienen como ateos militantes?
–Eliminar los prejuicios sobre los ateos, mostrarnos como sujetos potencialmente valiosos. Lograr la total separación de la Iglesia y el Estado, lograr un Estado laico. Eliminar los iconos religiosos de los lugares públicos y la religión de las escuelas públicas. La difusión de una ética humanista, que lucha por una sociedad más tolerante, más pacífica.
Lozada abrió el Congreso con una ponencia sobre el ateísmo “adogmático”. “Uno tiene que armar su propio sistema racional de creencias, construirlo permanentemente. Si es estático, es dogmático”, señaló.
Hoy está prevista, entre otras actividades, un panel sobre “sexualidad y género” con la participación de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
Apóstatas
La fecha elegida para el encuentro no es casual. Mientras en el país –y en la mayoría del mundo occidental y cristiano– se disfruta de unos días de descanso impuesto por la liturgia católica, los ateos reunidos en esta ciudad prefieren resignificar el feriado. “Son muchísimos los feriados que estamos obligados a compartir”, apunta Lozada. El Primer Congreso lo hicieron cerca del 8 de diciembre, Día de la Virgen, también jornada no laborable.
Entre los concurrentes estuvieron ayer los porteños Andrés Miñones y María Eugenia Bengolea, integrantes de la Campaña de Apostasía Colectiva “No en mi nombre”, que hace un año entregó en el Arzobispado de Buenos Aires más de un millar de firmas de católicos que quieren desbautizarse y así dejar de formar parte de la Iglesia. Bengolea hizo el trámite personal de la apostasía. Todavía espera una respuesta. “Queremos mostrar que hay un discurso opositor a la influencia de la Iglesia Católica sobre la vida privada”, indicó Bengolea, activista Glttb. Miñones agregó: “Los preceptos morales que esgrime la jerarquía no se practican en la realidad. Se afirma que la Argentina es un país católico pero resulta que las personas católicas se divorcian, usan preservativos, tiene relaciones antes del matrimonio”. Y abortan.
Por Mariana Carbajal, publicado en Pagina 12 del 03/04/2010
“El concepto de Dios es de un gran autoritarismo ideológico”, sostuvo Fernando Lozada. Completamente pelado, y con una barba enrulada de varios centímetros que le cuelga desde la punta del mentón, este ingeniero mecánico y artista plástico, de treinta y pocos, parece un monje budista. Pero está claro que no lo es. Dice que milita para eliminar la “superstición” de la educación pública y que no cree en nada “sobrenatural”. En su casilla de email todos los días recibe mensajes con insultos, que lo señalan como “demoníaco”. Provocador, él se divierte. Ayer, poco después del mediodía, Lozada inauguró en esta ciudad, atiborrada de turistas pascuales, el II Congreso Nacional de Ateísmo, que finaliza mañana.
“Elegimos la libertad, rechazamos el dogma”, es el lema del encuentro. El debate por el derecho al aborto fue uno de los ejes de la primera jornada. “La lucha por el derecho al aborto es una lucha por el control de nuestros propios cuerpos”, sostuvo la docente Ruth Zurbrieger, integrante de la colectiva feminista La Revuelta, de Neuquén, en uno de los paneles (ver aparte).
La empatía que generan las religiones fue otro de los temas de discusión: el biólogo e investigador del Conicet Diego Golombek se encargó de responder la pregunta del millón: ¿Dios existe? “Sí, y está en nuestros cerebros”, aseguró, tras mostrar con evidencia científica cómo el comportamiento neuronal favorece el fervor por la práctica religiosa. “El rezo activa áreas dopaminérgicas en el cerebro. Está avalado por estudios de imágenes cerebrales. Se siente placer al rezar. Es un comportamiento adictivo como el consumo de drogas”, afirmó. También explicó que hay “casos de epilepsia que generan visiones, alucinaciones”, y recordó que en distintas oportunidades estos cuadros “han sido aprovechados por muchas religiones”. “En un ataque de epilepsia una persona puede hablar en otro idioma, que alguna vez escuchó. No tiene ningún diablo. No hay que exorcizarla. Simplemente, tiene epilepsia”, indicó Golombek.
Tras los pasos de Fort
Más de doscientos participantes llegados de distintas ciudades donde están floreciendo grupos de ateos colmaron las instalaciones del Teatro Diagonal, en el centro de la ciudad. Curioso: el mismo ámbito que durante el verano llenó Ricardo Fort con su show Fortuna. El teatro es propiedad de una biblioteca fundada por anarquistas españoles que el año próximo cumplirá 100 años. Hasta hace cuatro años lo alquilaban como templo evangélico. “Se fue Ricardo Fort y no quedó ni Dios”, bromeaba Lozada ayer. Hace dos años, después del I Congreso que tuvo lugar también en esta ciudad, Lozada fundó la Asociación de Ateos de Mar del Plata. “Que se acostumbren a que existimos los no creyentes”, lanzó desde el escenario.
–¿Está creciendo el movimiento de ateos en el país? –le preguntó luego este diario.
–No podría afirmarlo. Lo que sí observamos es que nos estamos organizando más. Hay grupos de ateos en Córdoba, La Plata, Rosario, Capital Federal y Mendoza, entre otras ciudades. Lo que nos falta es mayor reconocimiento social, que no seamos vistos como amorales por las personas que practican una religión.
La encuesta sobre Creencias y Actitudes Religiosas, que se hizo desde el Conicet en 2008, dirigida por Fortunato Mallimaci, detectó que hay en el país un 11 por ciento de “indiferentes” a la religión.
–¿Qué objetivos tienen como ateos militantes?
–Eliminar los prejuicios sobre los ateos, mostrarnos como sujetos potencialmente valiosos. Lograr la total separación de la Iglesia y el Estado, lograr un Estado laico. Eliminar los iconos religiosos de los lugares públicos y la religión de las escuelas públicas. La difusión de una ética humanista, que lucha por una sociedad más tolerante, más pacífica.
Lozada abrió el Congreso con una ponencia sobre el ateísmo “adogmático”. “Uno tiene que armar su propio sistema racional de creencias, construirlo permanentemente. Si es estático, es dogmático”, señaló.
Hoy está prevista, entre otras actividades, un panel sobre “sexualidad y género” con la participación de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
Apóstatas
La fecha elegida para el encuentro no es casual. Mientras en el país –y en la mayoría del mundo occidental y cristiano– se disfruta de unos días de descanso impuesto por la liturgia católica, los ateos reunidos en esta ciudad prefieren resignificar el feriado. “Son muchísimos los feriados que estamos obligados a compartir”, apunta Lozada. El Primer Congreso lo hicieron cerca del 8 de diciembre, Día de la Virgen, también jornada no laborable.
Entre los concurrentes estuvieron ayer los porteños Andrés Miñones y María Eugenia Bengolea, integrantes de la Campaña de Apostasía Colectiva “No en mi nombre”, que hace un año entregó en el Arzobispado de Buenos Aires más de un millar de firmas de católicos que quieren desbautizarse y así dejar de formar parte de la Iglesia. Bengolea hizo el trámite personal de la apostasía. Todavía espera una respuesta. “Queremos mostrar que hay un discurso opositor a la influencia de la Iglesia Católica sobre la vida privada”, indicó Bengolea, activista Glttb. Miñones agregó: “Los preceptos morales que esgrime la jerarquía no se practican en la realidad. Se afirma que la Argentina es un país católico pero resulta que las personas católicas se divorcian, usan preservativos, tiene relaciones antes del matrimonio”. Y abortan.
miércoles, febrero 24, 2010
España ya tiene su ley de aborto
Publicado en Clarin, 24 de febrero de 2010
Fija en 16 años la edad mínima para decidir la interrupción de un embarazo de hasta 14 semanas de gestación. Y en 22 si hay riesgo de vida para la madre o graves anomalías en el feto. Fue aprobada por 132 votos a favor y 126 en contra.
Entrará en vigencia dentro de cuatro meses, tras su publicación en el Boletín Oficial. Pero al margen de esa formalidad, España ya puede decir que tiene una ley de aborto. La norma, aprobada hoy por el Parlamento de ese país, fija en 16 años la edad mínima para decidir la interrupción de un embarazo de hasta catorce semanas de gestación.
La llamada Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo quedó aprobada por 132 votos a favor, 126 en contra y una abstención.
De esta manera, la reforma legislativa superó hoy su último trámite parlamentario y entrará en vigencia dentro de cuatro meses, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Desde sus inicios como proyecto de ley, la norma chocó con una oposición frontal de la Iglesia Católica y los partidos conservadores. La nueva ley aprobada primero en el Congreso de los Diputados y ahora en el Senado eliminó la calificación de aborto como delito y lo convirtió en un derecho.
El Partido Socialista salvó en la votación de hoy tres vetos de los grupos conservadores y 88 enmiendas parciales para sacar adelante la ley sin tocar una sola coma del texto salido de la Cámara Baja en diciembre.
En presencia de los ministros de Igualdad, Justicia y Vivienda, Bibiana Aído, Francisco Caamaño y Beatriz Corredor, respectivamente, la senadora y secretaria de Organización del gobernante Partido Socialista (PSOE), Leire Pajín, dijo que la Ley es una "propuesta madurada" que ha llegado al Senado tras dos años de "reflexión y puntos de encuentro".
Pajín aseguró que la base de la iniciativa ha sido, sobre todo, "escuchar" a muchas organizaciones de mujeres, algunas de las cuales estaban presentes en el debate y han aplaudido a la vocera. "Las mujeres que no compartan la norma no harán uso de ella, pero las que quieran hacerlo no podemos ni debemos impedírselo'', dijo Pajín en un intento por bajarle el tono a la polémica generada por la ley.
Mientras tanto, a las puertas del Senado se concentraron varios grupos antiabortistas que entregaron la pasada semana más de un millón de firmas en contra de esta reforma legislativa.
Por el opositor Partido Popular (PP), la senadora Carmen Dueñas acusó al Gobierno de aprobar la nueva Ley con "nocturnidad y alevosía" y de querer "imponer el aborto libre a la sociedad española" porque hasta la decimocuarta semana de gestación "no hay que dar explicación alguna para abortar" y hasta la vigesimosegunda sólo en algunas ocasiones.
"El gobierno quiere acabar con uno de los pilares de la sociedad española como es la familia'', argumentó Dueñas.
La nueva norma establece el aborto libre hasta la semana 14, y hasta la 22 en caso de riesgo de la vida o salud de la mujer o graves anomalías en el feto, siempre que, en este último caso, haya un dictamen emitido por dos médicos especialistas distintos a los que practican la intervención.
La legislación rompe con la tradición católica del país y se acerca más a las normativas del entorno europeo, como la francesa o la alemana. Desde que el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero asumió el poder en el 2004, leyes como la del matrimonio homosexual, la agilización del divorcio y ahora la del aborto han enturbiado la relación entre el Ejecutivo y la jerarquía eclesiástica.
Esta norma sustituye a la actual legislación que databa de 1985, cuando se despenalizó el aborto en casos de violación, graves malformaciones del feto y daño para la salud física y psíquica de la madre en cualquier fase del embarazo si un médico certificaba riesgo físico o mental para la mujer. Esta cláusula era la más utilizada en la mayoría de los más de 100.000 abortos practicados cada año en España.
Además del aborto libre hasta la semana 14, la gran novedad del texto es el artículo que permite la interrupción voluntaria para las menores de edad sin autorización paterna.
Según datos recientes del Ministerio de Sanidad y Política Social, el año pasado 115.812 mujeres -un 3,27 por ciento más que en 2008- se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo en España, de las que 10.221 tenían entre 16 y 18 años.
La Iglesia Católica española pidió que el aborto fuera considerado un delito y dijo hace unos meses que los políticos que votasen a favor de la reforma se convertirían en "pecadores públicos" y no podrían comulgar.
En octubre, una gran manifestación en contra de la ley concentró a decenas de miles de personas en Madrid, demostrando que el aborto sigue siendo un asunto delicado en España, un país en el que, según las encuestas, la mayoría de ciudadanos se declaran católicos.
Se espera que los grupos convocantes de aquella marcha vuelvan a movilizarse en los próximos días en rechazo a la normativa.
Fija en 16 años la edad mínima para decidir la interrupción de un embarazo de hasta 14 semanas de gestación. Y en 22 si hay riesgo de vida para la madre o graves anomalías en el feto. Fue aprobada por 132 votos a favor y 126 en contra.
Entrará en vigencia dentro de cuatro meses, tras su publicación en el Boletín Oficial. Pero al margen de esa formalidad, España ya puede decir que tiene una ley de aborto. La norma, aprobada hoy por el Parlamento de ese país, fija en 16 años la edad mínima para decidir la interrupción de un embarazo de hasta catorce semanas de gestación.
La llamada Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo quedó aprobada por 132 votos a favor, 126 en contra y una abstención.
De esta manera, la reforma legislativa superó hoy su último trámite parlamentario y entrará en vigencia dentro de cuatro meses, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Desde sus inicios como proyecto de ley, la norma chocó con una oposición frontal de la Iglesia Católica y los partidos conservadores. La nueva ley aprobada primero en el Congreso de los Diputados y ahora en el Senado eliminó la calificación de aborto como delito y lo convirtió en un derecho.
El Partido Socialista salvó en la votación de hoy tres vetos de los grupos conservadores y 88 enmiendas parciales para sacar adelante la ley sin tocar una sola coma del texto salido de la Cámara Baja en diciembre.
En presencia de los ministros de Igualdad, Justicia y Vivienda, Bibiana Aído, Francisco Caamaño y Beatriz Corredor, respectivamente, la senadora y secretaria de Organización del gobernante Partido Socialista (PSOE), Leire Pajín, dijo que la Ley es una "propuesta madurada" que ha llegado al Senado tras dos años de "reflexión y puntos de encuentro".
Pajín aseguró que la base de la iniciativa ha sido, sobre todo, "escuchar" a muchas organizaciones de mujeres, algunas de las cuales estaban presentes en el debate y han aplaudido a la vocera. "Las mujeres que no compartan la norma no harán uso de ella, pero las que quieran hacerlo no podemos ni debemos impedírselo'', dijo Pajín en un intento por bajarle el tono a la polémica generada por la ley.
Mientras tanto, a las puertas del Senado se concentraron varios grupos antiabortistas que entregaron la pasada semana más de un millón de firmas en contra de esta reforma legislativa.
Por el opositor Partido Popular (PP), la senadora Carmen Dueñas acusó al Gobierno de aprobar la nueva Ley con "nocturnidad y alevosía" y de querer "imponer el aborto libre a la sociedad española" porque hasta la decimocuarta semana de gestación "no hay que dar explicación alguna para abortar" y hasta la vigesimosegunda sólo en algunas ocasiones.
"El gobierno quiere acabar con uno de los pilares de la sociedad española como es la familia'', argumentó Dueñas.
La nueva norma establece el aborto libre hasta la semana 14, y hasta la 22 en caso de riesgo de la vida o salud de la mujer o graves anomalías en el feto, siempre que, en este último caso, haya un dictamen emitido por dos médicos especialistas distintos a los que practican la intervención.
La legislación rompe con la tradición católica del país y se acerca más a las normativas del entorno europeo, como la francesa o la alemana. Desde que el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero asumió el poder en el 2004, leyes como la del matrimonio homosexual, la agilización del divorcio y ahora la del aborto han enturbiado la relación entre el Ejecutivo y la jerarquía eclesiástica.
Esta norma sustituye a la actual legislación que databa de 1985, cuando se despenalizó el aborto en casos de violación, graves malformaciones del feto y daño para la salud física y psíquica de la madre en cualquier fase del embarazo si un médico certificaba riesgo físico o mental para la mujer. Esta cláusula era la más utilizada en la mayoría de los más de 100.000 abortos practicados cada año en España.
Además del aborto libre hasta la semana 14, la gran novedad del texto es el artículo que permite la interrupción voluntaria para las menores de edad sin autorización paterna.
Según datos recientes del Ministerio de Sanidad y Política Social, el año pasado 115.812 mujeres -un 3,27 por ciento más que en 2008- se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo en España, de las que 10.221 tenían entre 16 y 18 años.
La Iglesia Católica española pidió que el aborto fuera considerado un delito y dijo hace unos meses que los políticos que votasen a favor de la reforma se convertirían en "pecadores públicos" y no podrían comulgar.
En octubre, una gran manifestación en contra de la ley concentró a decenas de miles de personas en Madrid, demostrando que el aborto sigue siendo un asunto delicado en España, un país en el que, según las encuestas, la mayoría de ciudadanos se declaran católicos.
Se espera que los grupos convocantes de aquella marcha vuelvan a movilizarse en los próximos días en rechazo a la normativa.
sábado, febrero 06, 2010
El Sistema Nacional Integrado de Salud
15/09/2009
Por Alfredo Zurita
Profesor Titular de Salud Pública
Facultad de Medicina
UNNE
La noticia de la inauguración del Hospital de Avia Terai, y el reemplazo de su nombre “Dr. Pedro Chutro”, por el de “Dr. Ezequiel Morante” me hace recordar la del director y único medico de ese hospital hace 40 años. Ezequiel Morante, Ministro de Bienestar Social de la provincia entre 1973 y hasta el golpe de 1976, impulsor de la aplicación en la provincia del Sistema Nacional Integrado de Salud, SNIS, contra la oposición de los gremios médicos, el partido opositor y el recelo de su propio partido.
Impulsado por la izquierda peronista en 1973, y por el propio Perón que veía una forma de disminuir el poder sindical, el SNIS tropezó con la férrea resistencia de los dirigentes sindicales, y la ley solo fue aprobada despues de la muerte de Perón, eliminando el polémico articulo que obligaba a las obras sociales a entregar sus fondos a la caja de SNIS.
Dado el enfrentamiento de López Rega, de quien dependía el SNIS a nivel nacional, con los sindicalistas, este se empeño en llevarlo adelante, por breve tiempo, ya que huelgas mediante la CGT obligo a la presidenta a desplazarlo. Luego vino el Rodrigazo, y el SNIS entro en una zona de grandes turbulencias, que Morante capeo en base a una enorme capacidad de trabajo, coraje personal y soluciones heterodoxas.
Desmontado progresivamente, y en forma mas acelerada con el retorno de la democracia, vestigios del SNIS pueden sin embargo encontrarse en el régimen de trabajo con dedicación exclusiva para profesionales y técnicos de salud vigente en la provincia del Chaco, que implica salarios substancialmente mayores a los de la región, al personal de planta permanente. A diferencia sin embargo del SNIS donde la revista en dedicación exclusiva era excluyente, en la actualidad el profesional puede optar por el sistema al inicio, dejarlo por la actividad privada a medio plazo, y volver al sistema para jubilarse.
Algunas lecciones que me dejo el SNIS fueron de que es utópico pensar en un sistema único de salud en una provincia con grandes diferencias sociales, donde las clases mas acomodadas se resistieron a compartir salas de espera y hospitalización con los pobres. Es la sociedad la que moldea al sistema de salud, no este a la sociedad.
Otra lección es que en las zonas rurales y pequeñas poblaciones debe existir un sistema único si se desea un mínimo de calidad y eficiencia de la atención. En caso contrario se coloca al muchas veces único medico de estas localidades en la absurda situación de autocompetencia entre el hospitalito a su cargo, y su propia clínica o consultorio.
La última lección la relatare como anécdota. El sagaz administrador de un hospital del interior de la provincia me advirtió pocas horas despues de iniciado el SNIS que el mismo no funcionaria, dada la extraña epidemia de parálisis del deltoides que habría afectado a todos los médicos de su hospital.
Se trataba en realidad de una ironía, el deltoides es el músculo que levanta el brazo, y el había observado hasta el día anterior, que los médicos, en su consulta privada recibían al paciente en la puerta del consultorio, con apretones de mano, o palmadas, en tanto que al tiempo de iniciarse el SNIS se limitaban a gritar, sin levantarse del escritorio “que pase el que sigue !!”. Al haber cambiado tan rápidamente el trato, el atribuya esto a una epidemia de parálisis del músculo, que impedía los saludos.
He visto desde entonces muchos sistemas de salud en muchos paises del mundo, y raramente un medico asalariado dà una atención ambulatoria satisfactoria para la población, a diferencia de lo que ocurre en la atención en hospitalización donde en general los grandes y prestigiosos hospitales, argentinos y extranjeros, cubren los servicios con profesionales asalariados.
Se trata de situaciones completamente distintas. El paciente ambulatorio tiene un “problema de salud”, mas raramente una enfermedad, que es lo que el medico sabe diagnosticar y tratar, y el medico no es entrenado para escuchar a la gente sus problemas personales, familiares, laborales, etc. De modo que se impacienta cuando el paciente hace esto, y trata de evitar entrar en tales temas, mediante solicitudes de exámenes de laboratorio, etc., para “medicalizar” y agilizar de alguna forma la consulta, que de otra manera podría llevar horas de conversación, y para cuya escucha ademas las obras sociales no prevén pagos, ni se cobran adicionales salariales si se hace.
El paciente hospitalizado tiene por el contrario una enfermedad definida, y dado que el medico ha sido entrenado en esto, y en ese mismo contexto, se mueve con comodidad, y sin demasiada conversacion con los pacientes.
Pero la mayor parte del tiempo la población requiere servicios ambulatorios, no de hospitalización, y muchas soluciones han sido ensayadas, ninguna totalmente satisfactoria. El pago asalariado tiene el problema ya descripto. El pago por consulta lleva inevitablemente a multiplicar el número de consultas. El pago capitado parece combinar desventajas y ventajas, pero requiere libre elección simultanea, y no se aplicable sino a los médicos generales. En algunos casos se combina salario, pago por consulta y capita, para equilibrar los problemas de estas formas de remuneración.
Pero es claro que estamos hablando de épocas en las que se pensaba en políticas de salud, y los directores de hospitales eran mantenidos en sus cargos cuando cambiaba el gobierno. En el caso de Morante por ej, despues del golpe del 76, fue reintegrado a su cargo de Director del Hospital de Avia Terai. En la actualidad se piensa que basta la libre competencia y la política partidaria para resolver los problemas, de modo que esta nota es solo nostalgia. .
Por Alfredo Zurita
Por Alfredo Zurita
Profesor Titular de Salud Pública
Facultad de Medicina
UNNE
La noticia de la inauguración del Hospital de Avia Terai, y el reemplazo de su nombre “Dr. Pedro Chutro”, por el de “Dr. Ezequiel Morante” me hace recordar la del director y único medico de ese hospital hace 40 años. Ezequiel Morante, Ministro de Bienestar Social de la provincia entre 1973 y hasta el golpe de 1976, impulsor de la aplicación en la provincia del Sistema Nacional Integrado de Salud, SNIS, contra la oposición de los gremios médicos, el partido opositor y el recelo de su propio partido.
Impulsado por la izquierda peronista en 1973, y por el propio Perón que veía una forma de disminuir el poder sindical, el SNIS tropezó con la férrea resistencia de los dirigentes sindicales, y la ley solo fue aprobada despues de la muerte de Perón, eliminando el polémico articulo que obligaba a las obras sociales a entregar sus fondos a la caja de SNIS.
Dado el enfrentamiento de López Rega, de quien dependía el SNIS a nivel nacional, con los sindicalistas, este se empeño en llevarlo adelante, por breve tiempo, ya que huelgas mediante la CGT obligo a la presidenta a desplazarlo. Luego vino el Rodrigazo, y el SNIS entro en una zona de grandes turbulencias, que Morante capeo en base a una enorme capacidad de trabajo, coraje personal y soluciones heterodoxas.
Desmontado progresivamente, y en forma mas acelerada con el retorno de la democracia, vestigios del SNIS pueden sin embargo encontrarse en el régimen de trabajo con dedicación exclusiva para profesionales y técnicos de salud vigente en la provincia del Chaco, que implica salarios substancialmente mayores a los de la región, al personal de planta permanente. A diferencia sin embargo del SNIS donde la revista en dedicación exclusiva era excluyente, en la actualidad el profesional puede optar por el sistema al inicio, dejarlo por la actividad privada a medio plazo, y volver al sistema para jubilarse.
Algunas lecciones que me dejo el SNIS fueron de que es utópico pensar en un sistema único de salud en una provincia con grandes diferencias sociales, donde las clases mas acomodadas se resistieron a compartir salas de espera y hospitalización con los pobres. Es la sociedad la que moldea al sistema de salud, no este a la sociedad.
Otra lección es que en las zonas rurales y pequeñas poblaciones debe existir un sistema único si se desea un mínimo de calidad y eficiencia de la atención. En caso contrario se coloca al muchas veces único medico de estas localidades en la absurda situación de autocompetencia entre el hospitalito a su cargo, y su propia clínica o consultorio.
La última lección la relatare como anécdota. El sagaz administrador de un hospital del interior de la provincia me advirtió pocas horas despues de iniciado el SNIS que el mismo no funcionaria, dada la extraña epidemia de parálisis del deltoides que habría afectado a todos los médicos de su hospital.
Se trataba en realidad de una ironía, el deltoides es el músculo que levanta el brazo, y el había observado hasta el día anterior, que los médicos, en su consulta privada recibían al paciente en la puerta del consultorio, con apretones de mano, o palmadas, en tanto que al tiempo de iniciarse el SNIS se limitaban a gritar, sin levantarse del escritorio “que pase el que sigue !!”. Al haber cambiado tan rápidamente el trato, el atribuya esto a una epidemia de parálisis del músculo, que impedía los saludos.
He visto desde entonces muchos sistemas de salud en muchos paises del mundo, y raramente un medico asalariado dà una atención ambulatoria satisfactoria para la población, a diferencia de lo que ocurre en la atención en hospitalización donde en general los grandes y prestigiosos hospitales, argentinos y extranjeros, cubren los servicios con profesionales asalariados.
Se trata de situaciones completamente distintas. El paciente ambulatorio tiene un “problema de salud”, mas raramente una enfermedad, que es lo que el medico sabe diagnosticar y tratar, y el medico no es entrenado para escuchar a la gente sus problemas personales, familiares, laborales, etc. De modo que se impacienta cuando el paciente hace esto, y trata de evitar entrar en tales temas, mediante solicitudes de exámenes de laboratorio, etc., para “medicalizar” y agilizar de alguna forma la consulta, que de otra manera podría llevar horas de conversación, y para cuya escucha ademas las obras sociales no prevén pagos, ni se cobran adicionales salariales si se hace.
El paciente hospitalizado tiene por el contrario una enfermedad definida, y dado que el medico ha sido entrenado en esto, y en ese mismo contexto, se mueve con comodidad, y sin demasiada conversacion con los pacientes.
Pero la mayor parte del tiempo la población requiere servicios ambulatorios, no de hospitalización, y muchas soluciones han sido ensayadas, ninguna totalmente satisfactoria. El pago asalariado tiene el problema ya descripto. El pago por consulta lleva inevitablemente a multiplicar el número de consultas. El pago capitado parece combinar desventajas y ventajas, pero requiere libre elección simultanea, y no se aplicable sino a los médicos generales. En algunos casos se combina salario, pago por consulta y capita, para equilibrar los problemas de estas formas de remuneración.
Pero es claro que estamos hablando de épocas en las que se pensaba en políticas de salud, y los directores de hospitales eran mantenidos en sus cargos cuando cambiaba el gobierno. En el caso de Morante por ej, despues del golpe del 76, fue reintegrado a su cargo de Director del Hospital de Avia Terai. En la actualidad se piensa que basta la libre competencia y la política partidaria para resolver los problemas, de modo que esta nota es solo nostalgia. .
Por Alfredo Zurita
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